El impuesto de matriculación en España en 2021 será, pese a lo que digan, más justo
España ha aprobado los Presupuestos Generales del Estado para 2021, sin haber tocado el impuesto de matriculación, que grava a los turismos y furgonetas en función de su CO2 emitido por kilómetro. La llegada de WLTP hará que el tributo sea más justo: unos pagarán ya IM, otros pagarán más.
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Publicado: 23/12/2020 21:00
Hace casi 13 años que entró en vigor el nuevo impuesto de matriculación, ya que hasta la nochevieja de 2007 se tenía en cuenta la cilindrada y el combustible; había un tramo del 7% y otro tramo del 12%. A partir del 1 de enero de 2008 se tenían en cuenta las emisiones de CO2.
Tal y como ocurre actualmente, el renovado IM premia a los vehículos que emiten menos de 120 g/km de CO2, es decir, cualquier gasolina que baje de 5,3 l/100 km y cualquier diésel que baje de 4,5 l/100 km. Por encima hay tres tramos: 121-160 g/km (4,75%), 161-200 g/km (9,75%) y más de 200 g/km (14,75%). Algunas CCAA lo tienen un poco más alto, al estar transferido el impuesto.
Si hacemos memoria nos acordaremos de que «milagrosamente» empezaron a aparecer con mayor frecuencia modelos que bajaban de 120 g/km, principalmente de gasóleo, para esquivar el impuesto tanto en España como en otros países europeos. Eso llevó aparejado una oleada de greenwashing y de modelos «eco» por doquier. Más postureo que otra cosa. Los consumos y emisiones bajaron en casi todos los segmentos y modelos, pero no tanto a pie de surtidor.
Con los años los fabricantes de automóviles perfeccionaron todas las trampas que podían hacer al solitario jugando con el ciclo de emisiones NEDC, hasta llegar a detectarse discrepancias del 50% entre las emisiones homologadas y las reales. Obviamente, eso también se trasladaba a un consumo homologado que muchos eran incapaces de reproducir.
Tengamos en cuenta que el consumo de combustible y las emisiones de CO2 tienen una relación directa, a más consumo, más CO2 emitido. Como las homologaciones eran artificialmente muy bajas, se perdió mucha recaudación de este impuesto, cayendo hasta nuestros días a un volumen ridículo.
Gracias a la moda de los SUV y a la demonización del diésel aumentó el CO2 medio de los vehículos nuevos, el IM ha ido recuperándose de años de caídas
Solo hay que ver la gráfica superior. No solo ha caído la recaudación por menores ventas, también porque el número de vehículos exentos ha aumentado mucho. Ya sea por reducciones reales del consumo o por reducciones fantasma, el impuesto había quedado desvirtuado. Hasta que llegó la normativa WLTP, que refleja de forma mucho más realista consumos y emisiones.
La patronal de los concesionarios, FACONAUTO, dice que tal y como se queda el impuesto de matriculación en 2021 (no lo han tocado) se van a perder 18.000 puestos de trabajo y se venderán 110.000 vehículos menos. Entre nosotros, son unos cachondos mentales.
Lo que va a pasar, más que una pérdida de matriculaciones, será que los compradores preferirán modelos que paguen menos impuestos o que queden exentos porque realmente emiten poco CO2 y consumen poco. Y si no, siempre quedará el mercado de ocasión. Si hasta el Porsche Panamera Diesel llegó a montar neumáticos de baja resistencia Michelin para homologar menos de 160 g/km y entrar en el tramo del 4,75%.
En 2019 el IM recaudó 616 millones de euros
Sí, Italia ha adaptado su impuesto de matriculación, elevando el listón hacia arriba, para evitar que WLTP suba los precios. Los franceses y los portugueses han hecho lo mismo. ¿Y en España? Pues pasará lo siguiente: será más justo lo que tributen los vehículos en relación a su consumo y sus emisiones. Así de sencillo. Y la recaudación del impuesto hace mucha falta, y especialmente ahora.
Las malas prácticas de los fabricantes han hecho que los consumidores hayamos sido engañados. Comprábamos coches con consumos reales mucho más altos de los de la ficha técnica. Los contribuyentes fuimos engañados porque se perdieron miles de millones de euros en recaudación de impuestos. El ciclo WLTP hacía mucha falta.
El mercado se inundó de falsos coches ecológicos, porque fuera de un laboratorio dejaban de serlo
En cierto sentido, el sector del automóvil debería dar las gracias por dejar España el impuesto como está. En nuestro país está exento todo modelo que baje de 120 g/km, y la Unión Europea está forzando este año a vender coches que -de media- homologuen 95 g/km. Es más, el impuesto se podría haber endurecido, ¡perfectamente!
La ventas pueden caer en 2021, y por pura lógica. La economía está hecha trizas, el turismo ha generado muy poco dinero este año, y eso se va a notar. Al cabo de unos meses, lo del impuesto de matriculación se habrá quedado ya normalizado. Y si no, el Gobierno puede hacer lo mismo que hizo Rajoy con el Plan PIVE, poner ayudas a la compra para bajar artificialmente los impuestos, temporalmente.