El petróleo y el gas de Rusia queda proscrito en Europa y Estados Unidos, habrá consecuencias

El 8 de marzo nos ha dejado varios titulares históricos en relaciones internacionales. En represalia por el ataque a Ucrania, la guerra de Occidente contra Rusia de momento no implica tropas -y mejor que así sea-, pero en lo económico ya hay ataque y defensa.

Castigar a la economía de la Federación Rusa es la principal medida de presión contra Vladímir Putin para que cese la invasión ilegal de Ucrania. Las sanciones han pasado de ser cosméticas a muy importantes, lo cual hará mucho daño a la economía de Rusia, pero no nos engañemos, también a las de Estados Unidos, Europa y los que se sumen al boicot.

Según Auto Forecast Solutions, se perderán a corto plazo 50.000 a 100.000 unidades de vehículos producidos en Europa

Las consecuencias ya se están notando en forma de interrupciones de suministro, corte de relaciones comerciales con el mercado ruso de ida y vuelta, perjuicios para camioneros que usaban tarjetas de crédito rusas en Europa, fábricas que cierran temporalmente y un aumento generalizado de los precios de prácticamente todo lo que se transporta, además del petróleo y el gas.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la diversificación de las importaciones de energía, acelerar el despliegue de energías renovables, mejorar la eficiencia energética y reemplazar el gas para la calefacción y producción de energía. Planeó reducir la dependencia de Rusia en un 66% a lo largo del año.

No podemos desengancharnos rápidamente del petróleo y el gas de Rusia sin que los precios se disparen, aunque se recurra al comodín de Irán y Venezuela y empiecen a exportar al máximo de su capacidad. Hay que mentalizarse que la situación solo va a empeorar con precios históricamente altos de combustible, gas, etc.

Los movimientos de Estados Unidos y Rusia nos acercan a un escenario de guerra fría económica con dos bloques bien diferenciados, los que se desconectan de Rusia, y los conectados a Rusia. La potencia que puede hacer más ahora por torcer la balanza es China, que sigue usando un lenguaje muy diplomático sin mojarse en esta crisis.

Agárrense, que vienen curvas peligrosas.

Estados Unidos cesará las importaciones de petróleo y gas de Rusia

Lo anunció el presidente Joe Biden hace unas horas, «vamos a prohibir todas las importaciones de petróleo y gas ruso». Esto afectará a la principal arteria de la economía de Rusia, añadió el mandatario estadounidense. Rusia es el segundo exportador mundial, aunque la exposición de Estados Unidos es relativamente baja.

El otro día os explicamos que el aumento de precios del combustible en Estados Unidos acelerará los cambios, como ya pasó en las crisis del petróleo previas, y van de camino al máximo histórico de precios. Considerando la inflación, el peor momento fue en 2008, pero no falta mucho para superar incluso eso.

Al cambio, la gasolina y el gasóleo son más baratos en Estados Unidos -país productor y con reservas- que en Europa, y sus consumidores lo notan más al usar vehículos de mayor consumo medio que los nuestros. En torno al 3% de las importaciones de crudo de EEUU vienen de Rusia, algo más si consideramos otros derivados del petróleo.

Rusia anunciará a quiénes va a dejar de exportar productos o materias primas

Esta otra noticia no es mejor que la anterior. En 48 horas conoceremos una lista negra de países con los que Rusia dejará de tener relaciones comerciales en multitud de materias primas y productos manufacturados. Como orientación, podemos tomar la lista de países que han sido «hostiles» con Rusia en los últimos días.

En dicha lista se encuentran los países de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Australia y Nueva Zelanda, Canadá y Corea del Sur. Obviamente se encuentra España en la lista. La prohibición de exportar durará todo el año. Puede que la Unión Europea tenga que reducir a marchas forzadas su dependencia energética si eso incluye gas y petróleo de golpe.

También hay que añadir a la lista materias primas vitales como el aluminio, níquel (su cotización se suspendió hoy en Londres por alcanzar un pico histórico), paladio, otros metales, etc. Hasta que no se puedan conseguir esos productos de otro sitio nos enfrentamos a una crisis económica que puede ser tan bestia como la del 2008. Sin disparar una sola bala, las consecuencias serán catastróficas.