El programa UK Autodrive finaliza sus pruebas demostrando la viabilidad de tecnologías semiautónomas

La tecnología del coche conectado va a mejorar bastante la fluidez del tráfico, reducirá las emisiones contaminantes y el consumo de combustible, pero manteniendo a los humanos tras el volante. Mediante la comunicación entre vehículos (V2V) y con la infraestructura viaria (V2X) se pueden optimizar varios de nuestros procesos al volante.

Uno de ellos es evitar la necesidad de parar en un semáforo. Existe un margen de velocidades ideales que, de mantenerse, permiten enganchar todos los discos en verde. Los conductores experimentados en un tramo lo saben. Mediante la comunicación exterior se puede dar una cifra exacta en el tablero, circulando más rápido de media aunque se baje puntualmente el ritmo.

Pero el programa UK Autodrive ha ido más lejos, llevando el concepto de evitar la detención a las intersecciones con prioridad, una fuente habitual de accidentes. Ford ha probado una tecnología llamada Intersection Priority Management (IPM), que sugiere una velocidad óptima para cruzarse con otros vehículos conectados sin colisionar y sin tener que detenerse.

Este sistema estaría condicionado a que solo interviniesen en la intersección vehículos conectados, de lo contrario, por seguridad, se tendrían que seguir respetando la reglas de prioridad ya establecidas. Ford habla de velocidad sugerida, no de intervención en la misma, al menos en los coches con conductor humano.

En el caso de vehículos autónomos el IPM sí va a intervenir en la velocidad, evitando colisiones y detenciones innecesarias. Durante un tiempo seguramente necesitará ser una tecnología aceptada, ya que puede dar un poco de miedo, a priori, que los vehículos se crucen entre ellos y confiando en la precisión del sistema.

Esta tecnología puede reducir de forma muy importante la siniestralidad. Además, tiene beneficios adicionales, como avisar al resto de conductores con las luces de freno -hasta 500 metros- de que una intersección está taponada o de que se acerca un vehículo de emergencia.

Las luces de frenado de emergencia son un poderoso aliado para evitar colisiones por alcance con suficiente antelación

UK Autodrive también quiere aumentar la eficiencia de los vehículos proritarios en servicio de emergencia, como coches de policía, bomberos o ambulancias. Al igual que en las normas vigentes, deben tener la máxima prioridad, y su velocidad media puede aumentarse con riesgos menores.

No siempre los conductores son capaces de percibir desde dónde viene un vehículo prioritario o no despejan el camino suficientemente rápido. Gracias a las tecnologías V2V y V2X el conductor puede ser informado de eventos que están fuera de su percepción, incluso a kilómetros de distancia.

También limitan las consecuencias de un error humano, como superar un semáforo en rojo o tomar una dirección prohibida. La tecnología semiautónoma y autónoma no solo pretende evitar los errores de los vehículos -por tener información imprecisa-, también prevenir la parte más débil en fiabilidad, la humana.

Se podrán programar los coches para que busquen aparcamiento y estacionen solos, con o sin conductor humano tras el volante

Otras de las facilidades de este proyecto para los conductores será disponer de un mapa contributivo de espacios libres de aparcamiento, evitando los odiados recorridos de búsqueda de un sitio. Los vehículos equipados con sensores de ultrasonidos o radar pueden confeccionar dicho mapa aunque no tengan intención de aparcar.

Los intercambios de información van a requerir redes de datos rápidas y fiables, con 4G y 5G debería ser suficiente. Todo esto va a conformar una especie de inteligencia colectiva donde se cuenta con un elevado grado de información y baja incertidumbre.

Están pendientes de publicación las conclusiones del proyecto, y faltan años para que sean estandarizadas en modelos de serie y todos los fabricantes bailen al mismo son. No tiene sentido que haya algunos que vayan por libre en este sentido. En el futuro se verá como totalmente obsoleta e ineficiente nuestra forma de conducir hoy día, y no faltará razón.