El Reino Unido fabricó muy pocos coches en 2021, retrocediendo a niveles de 1956
El peor año para las fábricas de coches del Reino Unido en 65 años fue 2021. A los problemas de falta de microchips, problemas logísticos, la pandemia de COVID-19 y la caída de demanda interna se sumó el cierre de la factoría de Honda.
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Publicado: 27/01/2022 22:45
El 5 de noviembre será digno para recordar en el Reino Unido, pero decididamente 2021 no fue un buen año para su industria del automóvil. A todos los problemas ya conocidos (pandemia, problemas logísticos, falta de microchips...) se sumó el impacto de la despedida de Honda, después de casi 30 años, al cerrar su fábrica de Swindon.
Los japoneses no esperaron a que hubiese un acuerdo definitivo a cuenta del «Brexit» con la Unión Europea, hicieron sus números y consideraron que no tenía sentido mantener la factoría británica abierta. Lo avisaron con dos años de antelación, y finalmente a mediados del año pasado la planta cambió de manos y parte de la producción se ha ido a Japón.
Casi la cuarta parte del desplome se explica solo por este cierre
Veamos las cifras. En 2021 se fabricaron en el país insular 859.575 turismos, es decir, un 6,7% menos que en 2020. En algún mes suelto, como octubre, la actividad había caído a niveles solo superiores a 1956 (707.594 en aquel año), pero finalmente a año completo ha sido el peor en 65 años.
La demanda del mercado interno (Inglaterra, Gales y Escocia) cayó en un 10,6% y se quedó en 153.749 unidades. Respecto a las exportaciones, que fueron el 82,1% de lo producido, bajaron menos, un 5,8%, quedándose en 705.826 unidades. Honda fabricaba tanto para el mercado interno como para exportación.
El «Brexit», a efectos prácticos, ha supuesto más trámites aduaneros y dificultades logísticas, pero se evitaron los aranceles con la UE con un acuerdo comercial
Pero más llamativa es la comparación respecto a 2019, cuando se habían fabricado 1.303.135 unidades, así que un poco más y en 2021 la caída es de prácticamente de la mitad. Solo en 2020 el batacazo fue del 34%. La Unión Europea fue el principal cliente de las exportaciones británicas, el 55% o 388.249 unidades. La sed de coches del continente apenas bajó un 3%.
Un buen dato entre tantos malos, la producción de vehículos eléctricos aumentó en un 72% en volumen, los híbridos crecieron en un 16% en un contexto de caída. Es más, la producción de coches eléctricos, híbridos enchufables y no enchufables fue de récord, 224.011 coches, superando la cuarta parte de todo lo producido (26,1%).
La electrificación es una de las principales esperanzas de la industria británica tras su mayor crisis desde los años 90
Para 2022 hay good vibrations
Los representantes de la industria británica del motor, la SMMT, se muestra optimista respecto a 2022 y confían en regresar al millón de unidades. Primero, creen que la falta de microchips se irá suavizando este año. Segundo, la mayor producción de coches electrificados ayudará al total.
Se han anunciado inversiones por valor de 4.900 millones de libras, el mayor volumen desde 2013 -antes del referéndum del «Brexit»-. El último en anunciar inversiones ha sido Bentley, a lo largo de la década va a inyectar 2.500 millones de libras para electrificar su gama y modernizar la factoría. Todas las grandes fábricas dependen de empresas y capital extranjero.
En el momento de cerrar esta información el Reino Unido va a volver de nuevo a la normalidad -coincidiendo con un momento de muy baja popularidad del Premier Boris Johnson por el «Partygate»- y los efectos de Ómicron irán amainando también. Todo apunta a que 2022 no será otro annus horribilis para los británicos.
Durante la primera mitad del año los británicos estuvieron sometidos a muchas restricciones a cuento de la pandemia de COVID-19 hasta la llegada del «Freedom Day», el 19 de julio, que prácticamente supuso el regreso a la normalidad hasta la llegada de la archifamosa variante Ómicron. Los cierres espantaron a los clientes y las cuarentenas y aislamientos afectaron a la mano de obra.
En cuanto a los vehículos comerciales, 2021 fue el segundo peor año desde 1933, el peor año entre medias fue 2020. Respecto al primer año de la pandemia la producción creció un 11,3%, hasta las 73.600 unidades, principalmente por el aumento de la demanda doméstica (+27,3%), dado que el 51,2% de los comerciales se exportan -fundamentalmente a la UE- y el resto se quedan en el archipiélago.
En cuanto a la producción de motores, también cayó, 1.641.881 propulsores o un 10,8% menos respecto a 2020. La demanda doméstica cayó muy poco (-3,6%), pero donde más se notó el impacto fue en la caída de las exportaciones -el 57,8% de su producción-, cayendo esta en un 15,4%.
Fuente: SMMT