Que Elon Musk no te engañe, el coche autónomo no llegará hasta “la próxima década”. Y no lo dice un cualquiera

Uno de los pesos pesados del sector tecnológico aplicado a la automoción desmiente las afirmaciones del fundador de Tesla con respecto a los coches autónomos. Incluso, afirma que los errores cometidos retrasan aún más su llegada.

Que Elon Musk no te engañe, el coche autónomo no llegará hasta “la próxima década”. Y no lo dice un cualquiera
Elon Musk lleva mucho tiempo prometiendo la llegada del coche autónomo

6 min. lectura

Publicado: 20/01/2025 16:00

En más de una ocasión, Elon Musk ha prometido la inminente llegada de los coches totalmente autónomos. Sin embargo, la realidad parece desmentir una y otra vez estas afirmaciones.

Ali Kani, jefe de la división automotriz de NVIDIA, ha afirmado recientemente que la verdadera conducción autónoma no será una realidad hasta bien entrada la próxima década. Y cuando lo dice un actor clave en el desarrollo de esta tecnología, conviene prestar atención.

Promesas incumplidas y una realidad compleja

Elon Musk lleva años asegurando que los coches de Tesla serán capaces de conducirse solos en el futuro inmediato. De hecho, desde 2016 ha prometido plazos cada vez más cercanos para alcanzar la conducción totalmente autónoma, cuando no la ha vendido a través de un sistema Autopilot que, sin embargo, está muy lejos de ser autónomo.

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«Si una empresa comete un error, toda la industria se retrasa unos años»

La razón es que, por mucho que el fundador de Tesla diga lo contrario, la tecnología sigue lejos de cumplir estas expectativas.

Ali Kani explica que, si bien los sistemas actuales de asistencia al conductor han mejorado significativamente, la conducción completamente autónoma sigue siendo «superdifícil» y que estamos aún muy lejos de verla implantada en las carreteras. «Es una maravilla de la próxima década. No estamos cerca», reconoce.

NVIDIA, líder en la fabricación de sistemas informáticos y software utilizados por grandes fabricantes como Mercedes-Benz, Volvo o Jaguar Land Rover, está en una posición privilegiada para evaluar el estado de esta tecnología.

Y, mientras su inversión en chips y algoritmos para la conducción autónoma no deja lugar a dudas sobre su compromiso, también lo hace sobre su cautela.

Los retos tecnológicos que retrasan el coche autónomo

Kani ha destacado que uno de los principales obstáculos es el poder de cómputo necesario para procesar enormes cantidades de datos en tiempo real.

La conducción realmente autónoma está lejos, muy lejos.

Según sus palabras, la evolución de esta tecnología requiere modelos avanzados, comparables a sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT, pero enfocados al análisis de video y entornos tridimensionales. Esto implica:

  • Mayor potencia de cómputo: los chips deben ser capaces de manejar algoritmos complejos en paralelo para garantizar la seguridad.
  • Sensores más avanzados: tecnologías como el LIDAR y el radar son esenciales para complementar las cámaras y proporcionar una redundancia crítica.
  • Software más inteligente: los sistemas de asistencia actuales son limitados porque se basan en reglas predefinidas que pueden generar comportamientos poco naturales, como frenadas fantasma o errores en situaciones inesperadas. El futuro requiere coches que «aprendan» y reaccionen de forma más fluida y humana.

«Este tipo de modelo necesita mucha más potencia de cómputo, mucho más ancho de banda de memoria. Se necesitan más sensores, como el LIDAR y el radar, y algoritmos redundantes para garantizar que sea seguro, y esos deben ejecutarse en paralelo, lo que significa más computación», precisa Ali Kani a este respecto.

Cautela y responsabilidad: claves para avanzar

Uno de los puntos más relevantes de las declaraciones de Kani es su insistencia en que la industria debe avanzar con responsabilidad.

«Si una empresa comete un error, toda la industria se retrasa unos años», advierte. Este enfoque contrasta con las constantes promesas de Musk, que podrían interpretarse como una estrategia más de marketing que de desarrollo tecnológico realista.

«La industria tiene que ir despacio con esto. Tenemos que actuar de la manera más responsable y no tomar atajos. Sólo se puede hacer cuando se ha demostrado que es realmente seguro», insiste Kani.

El máximo responsable de la división automotriz de NVIDIA tiene muy claro que cada avance debe ser probado hasta el extremo para garantizar la seguridad antes de ser implementado en las carreteras. La complejidad de integrar estas tecnologías no sólo radica en la potencia computacional o los sensores, sino también en generar confianza en los usuarios.

A pesar de los desafíos, NVIDIA se muestra optimista sobre el futuro de los coches autónomos. La empresa está trabajando en desarrollar sistemas que permitan a los vehículos no sólo conducir con seguridad, sino hacerlo de una manera natural y cómoda para los ocupantes.

Esta visión es un recordatorio de que la conducción autónoma es un objetivo a largo plazo que requiere paciencia y esfuerzo coordinado. Las dificultades tecnológicas y la necesidad de avanzar con cautela son pruebas de que el camino hacia el coche autónomo es más complejo de lo que algunos, incluido Elon Musk, quieren hacer creer.

Fuente: Autocar

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