Una encuesta revela las 10 claves más confusas de los clientes de coches eléctricos

Los coches eléctricos empiezan a pisar con fuerza en Europa, pero los clientes potenciales, además de reticentes al cambio en la movilidad, también tienden a confundir alguna de la terminología relacionada. Una encuesta ha revelado las 10 claves que más confusión generan, en gran medida, en las que también participan los fabricantes.

Una encuesta revela las 10 claves más confusas de los clientes de coches eléctricos
Volvo XC40 Recharge - Volvo

9 min. lectura

Publicado: 15/10/2022 20:00

Los coches eléctricos son ya una realidad, a pesar de que resta un largo período de tiempo -hasta 2035- para que sean los verdaderos reyes de las exposiciones de los concesionarios. La transformación en la movilidad ya ha comenzado, los clientes van aprendiendo más conocimientos de los modelos de movilidad sostenible, pero a grandes rasgos existe un desconocimiento.

Así lo revela una encuesta, que ha destacado hasta una decena de áreas claves que suponen más confusión para los interesados. Elaborada por los británicos de «DriveElectric», algunas de estas confusiones que te vamos a contar a continuación, son una gran responsabilidad de los fabricantes a la hora de presentar la información oficial, sin seguir una misma línea entre todas las marcas.

1. Las unidades kW y kWh

La confusión con estas dos unidades es la primera de todas, y la más importante. El primer término hace referencia a la potencia del motor eléctrico, aunque este detalle también lo puedes ver en la ficha técnica de los vehículos de combustión, de gasolina y diésel, además de en los híbridos en cualquiera de sus formas. Las siglas de «kilowatio» también se refieren a la potencia de carga de las baterías equipadas, mientras que la de kWh se utilizan para medir la capacidad de energía en las baterías.

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«EV» y «BEV» también son dos siglas que se refieren a los coches eléctricos. Aunque la primera es más genérica y puede incluir eléctricos alimentados por hidrógeno, la segunda es más específica indicando que se trata de un coche eléctrico de batería. Puedes encontrar más información de estos términos en nuestro Diccionario.

2. La capacidad de la batería

El término «kWh», que se refiere a la capacidad de la batería, también ofrece algo de confusión a los interesados, especialmente cuando se trata de bruta o neta. La capacidad bruta es la capacidad total con la que cuenta una batería, incluyendo el margen de seguridad para la protección del dispositivo de carga. El segundo corresponde a la capacidad que es utilizable y está a disposición para su uso.

3. La autonomía

Es la cifra que el fabricante homologa y que un coche eléctrico puede alcanzar con la capacidad energética neta que se almacena en la batería. El problema se agrava cuando todavía algunos fabricantes utilizan como método de medición el antiguo NEDC, en lugar del más realista WLTP. Éste último, válido también para los coches de combustión tradicional y los híbridos, considera variables que el anterior no hace, como la temperatura ambiental, los grados de pendientes de la carretera, el tráfico, el volumen de carga, pasajeros, velocidad, equipamientos opcionales o el diámetro de las llantas.

4. Velocidad o potencia de carga

Medidas en «kW», depende del valor que el cargador de a bordo instalado en el coche eléctrico disponga. Un dispositivo con 3 kW responde a un sistema de carga lenta, mientras que entre 7 y 11 kW -más convencional- se identifica con una carga rápida. Cuando este límite máximo se duplica y alcanza los 22 kW, entonces hablamos de carga ultra-rápìda. Este sistema reduce muy considerablemente los tiempos de carga, aunque suele ser un opcional en la gran mayoría de la oferta.

El término también depende del tipo de corriente al que se conecte el cargador. Si se trata de carga rápida, es conveniente distinguir entre la carga doméstica y la pública, pues en la segunda la potencia en corriente continua se sitúa entre los 50 kW y 150 kW, mientras que en la ultrarrápida se superan los 150 kW.

5. Carga trifásica

En gran medida, es uno de los problemas de los fabricantes, que relacionan potencias de carga de 11 kW con la trifásica. Una potencia que no es habitual en una gran parte de los hogares europeos, sino que más bien está asociada a instalaciones comerciales o industriales, por lo que para muchos compradores de vehículos eléctricos los tiempos de carga que marcan los fabricantes llevan a engaño.

6. Tasa de carga máxima

Los coches eléctricos no ofrecen todos la misma potencia máxima de carga. Cada modelo dispone de una tasa. Y solo los más sofisticados y lujosos pueden manejar tasas de carga muy potentes. Es el caso del Porsche Taycan que, con un sistema de 800 V a bordo, logran una tasa máxima de carga de 350 kW en un punto de carga ultrarrápida. Los más generalistas se encuentran en la órbita de los 100 y 150 kW, lo que significa que la tasa de carga será más lenta.

7. Limitación en la velocidad de carga

Relacionada directamente con la anterior, el proceso de carga no supondrá menos tiempo si la velocidad de carga soportada por el vehículo es la misma que el punto de carga. Con una batería completamente descargada, la velocidad será mayor pero descenderá a medida que la capacidad aumente. Este es el motivo por el que los fabricantes señalan tiempos para una horquilla de entre el 10 y el 80% aunque también son tiempos aproximados que podrán superarse dependiendo de otros factores.

8. Cables de carga

Esta es una de las cuestiones que siguen preocupando a algunos conductores de coches eléctricos, aunque ya no presenta una gran relevancia, dado que los fabricantes se han encargado de acordar un estándar junto a las administraciones. Sin embargo, lo que más suscita confusión es el significado de algunas siglas como las de CCS, Tipo 1 y Tipo 2 o ChaDeMo, además del uso adecuado de los cables en las instalaciones de carga públicas. Por ejemplo, el uso de un cable de corriente alterna o continua para unos cargadores u otros.

9. El consumo en los coches eléctricos

Los fabricantes europeos tienden a expresar el consumo de la energía de los coches eléctricos expresados en kWh/100 kilómetros, pero también hay marcas que presentan estos datos en otras unidades métricas. Por ejemplo, en «Wh/km», lo que ocasiona una gran confusión entre los clientes. La gran mayoría de los clientes necesitan realizar la equivalencia a la unidad estandarizada para comprender mejor cuál es el consumo de su coche.

10. Electrificados

El más importante de todos. La industria ha acuñado el término «electrificado» para referirse a todos los coches del mercado que disponen de un sistema relacionado con la electricidad a bordo. Desde los más simples MHEV hasta los eléctricos puros, las marcas de coches utilizan este término, suscitando también cierto nivel de confusión cuando se trata de diferenciar entre los híbridos, híbridos enchufables y eléctricos puros.

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