La EPA va a decidir si existe o no el cambio climático

Esta será otra de las machadas de Trump y su equipo.

La Agencia de Protección medioambiental de Estados Unidos, más conocida por las siglas EPA (Environmental Protection Agency) ha anunciado la que casi con toda seguridad será la iniciativa más bochornosa realizada por esta institución en décadas. Ha sido su propio director, Scott Pruitt, el que ha confirmado durante una comparecencia ante la Comisión de Recursos Energéticos y Comercio de la Cámara de Representantes que han creado un comité de expertos que tratará de dar respuesta a lo que el propio Pruitt denomina como el “problema del cambio climático.”

Según Pruitt, existen muchas voces (entre ellas la suya propia) que esgrimen argumentos en contra de las teorías comúnmente aceptadas sobre el origen del cambio climático y sobre todo, del papel del hombre en el mismo. A tenor por las palabras de Pruitt, esta controversia no solo no es de carácter menor sino que merece ser ampliamente estudiada y discutida.

“(lo que) el pueblo americano merece, creo, es una verdadera, legítima, paritaria, objetiva y transparente discusión sobre el CO2”. Scott Pruitt.

Una de las sedes de la EPA.

Con la supuesta intención de ofrecer una respuesta más clara y transparente a los argumentos, pero sobre todo, al verdadero alcance de la implicación de las emisiones de CO2 de la sociedad actual sobre el cambio climático, la EPA realizará un extraño ejercicio en el que se enfrentarán dos equipos para debatir esta cuestión. Por un lado los que defienden las tesis (las generalmente aceptadas) que afirman que el ser humano tiene un impacto directo sobre el cambio climático y por otro los que defienden exactamente lo contrario, los llamados ‘negacionistas del cambio climático’.

Este tipo de ejercicios se denomina “equipo rojo-equipo azul” y aunque suene a equipo de debate estudiantil, lo cierto es que es una estrategia que emplean las grandes corporaciones para resolver determinadas cuestiones que puedan resultar muy polarizantes.

Por el momento no se han revelado las identidades o credenciales exactas de los integrantes de estos equipos, pero es evidente que ni es una iniciativa de investigación ni parece que pueda resultar imparcial, sobre todo teniendo en cuenta la extensa trayectoria de Pruitt como negacionista del cambio climático.

Scott Pruitt, el lobo al frente del gallinero.

La EPA, por el momento, no ha revelado las condiciones del ejercicio o las posibles implicaciones del resultado del mismo, ni tampoco si va a tener algún tipo de supervisión externa, pero a simple vista parece ser una simple tapadera para poder fabricar a medida excusas para justificar acciones en contra de la reducción de emisiones.

Desde que fuera nombrado director de la EPA (a dedo) por Donald Trump, esperábamos con mucha atención conocer los primeros movimientos de Pruitt al frente de la agencia medioambiental estadounidense, de la que irónicamente había sido su mayor enemigo en los últimos años.

Esta iniciativa comenzará en enero y se prolongará durante tiempo indefinido durante 2018, prometiendo, a priori, generar más de una noticia en los próximos meses. Por el momento, varias voces de la comunidad científica ya se han alzado en contra este ejercicio.