El Equus Throwback es un Corvette de 1.000 CV con traje de carbono
El Equus Throwback es un deportivo más con base Corvette como muchos que hay y ha habido en los Estados Unidos, pero este cuenta con una altísimo nivel de artesanía y nivel por el detalle, comenzando por el diseño con tintes retro de su carrocería de fibra de carbono.
3 min. lectura
Publicado: 21/03/2018 09:00
El Chevrolet Corvette ha sido tradicionalmente una de las bases favoritas para muchos pequeños fabricantes a la hora de recarrozar o crear sus propios deportivos de edición limitada. Su costo relativamente asequible unido a la sencillez de su esquema técnico, que además cuenta con numerosas opciones en el mercado aftermarket, permiten a las pequeñas marcas contar con la base perfecta para sus modelos.
Este es uno de esos casos, ya que bajo la nueva carrocería de fibra de carbono del Equus Throwback nos encontramos realmente un Chevrolet Corvette de séptima generación, aunque dados los pocos detalles proporcionados por la marca, no estamos seguros sobre qué versión ha sido realizado.
La marca no ha revelado las especificaciones completas, pero sobreentedemos que cuenta al menos con el V8 LT4 sobrealimentado de 6.2 litros del Z06, pues de las dos versiones de potencia que hay disponibles para el Throwback, la más potente entrega 1.000 hp (1.013 CV), lo cual no parece posible con el bloque LT1 atmosférico del Corvette Stingray. La versión más alta puede ser solicitada en forma de pack y las cifras de rendimiento de la versión base no han sido reveladas por ahora.
Equus Automotive solo fabricará 25 unidades del Throwback bajo pedido, a un precio mínimo de 130.000 dólares, lo cual no parece caro si tenemos en cuenta que el Corvette ZR1 2019 más barato ya cuesta 119.995 dólares y el más caro poco más de 125.000.
El interior es claramente una ligera actualización del habitáculo habitual que podemos encontrar en el Corvette C7, salvo por el añadido de nuevos acabados y materiales. Sin embargo, la carrocería es completamente nueva, y para su diseño se tomaron ciertos rasgos de antiguas generaciones del modelo, como el C3, el C2 o el C1. Salvo algunos elementos, como los pilares, la silueta es completamente nueva y aparece salpicada por completo por estos detalles de tipo retro, que en algunos quedan bastante forzados dentro de la composición, como la forma de huso tras las ruedas delanteras, extraídas de la primera generación del modelo o el intento de dividir la luneta trasera como el Corvette ‘63 ‘Split window’.
Aún así, el aspecto general es bastante bueno, sobre todo en su vista trasera, donde encontramos unas exageradamente grandes salidas de escape centrales, en el mismo lugar donde las monta el C7 del que deriva.