Este año se empezarán a entregar las primeras unidades del Brabham BT62
En mayo de 2018 la legendaria marca Brabham nos dio una alegría al presentar nada menos que el Brabham BT62. Ahora, y tras dos años de trabajo, la firma acaba de completar la construcción de una planta de ensamblaje en su lugar natal, Adelaida (Australia). Allí empezará a construir las primeras unidades, que serán entregadas a sus clientes a partir de este mismo año.
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Publicado: 10/05/2020 18:00
El apellido Brabham está estrechamente ligado a la Fórmula 1. Jack Brabham consiguió nada menos que tres campeonatos del mundo de Fórmula 1 (1959, 1960 y 1966) además de un subcampeonato en 1967. Pero también fue el fundador, junto a Ron Tauranac, del equipo Brabham Racing Organisation.
Como equipo de Fórmula 1 se llevó dos títulos de constructores (1966 y 1967), siendo además subcampeón en 1969, 1975, 1981 y 1982. Estuvo nada menos que 30 años compitiendo al máximo nivel, de 1962 a 1992.
Tras muchos años sin actividad el hijo de Jack, David Brabham, decidió revivir este apellido ilustre en su Australia natal lanzando un nuevo superdeportivo de nombre Brabham BT62. Un radical concepto, de marcado ADN de carreras.
El corazón del BT62 es un V8 atmosférico de 5,4 litros montado en posición central, y que ha sido diseñado completamente por Brabham. Desarrolla un máximo de 700 CV y un par motor de 667 Nm. La potencia llega a las ruedas traseras mediante una caja de cambios secuencial de seis velocidades.
Lo cierto es que para los estándares de hoy en día 700 CV pueden no parecer demasiado. Pero si tenemos en cuenta que el peso es de solamente 970 kilos, la perspectiva ya cambia notablemente. Obviamente esto solamente es posible utilizando materiales compuestos ultraligeros, tanto en el chasis como en la carrocería.
Para la fabricación, Brabham se ha asociado con Fusion Capital, empresa especializada en la fabricación de autobuses. La planta de fabricación de los BT62 se encuentra en sus terrenos, y de esta forma, pueden aprovecharse de la división especializada en materiales compuestos que tiene la empresa australiana.
Un chasis tubular de aleaciones espaciales y muy ligeras aloja el V8, dando soporte a la carrocería fabricada en fibra de carbono. En las zonas de los puntales de la suspensión (de doble horquilla) se usa kevlar para aumentar la rigidez. Öhlins aportará el equipo de amortiguadores especialmente desarrollados para el Brabham.
Brembo es la encargada de suministrar los frenos, con pinzas de seis pistones que muerden discos de fibra carbono con tecnología derivada de la F1. Las llantas no son demasiado grandes, 18”, y montan neumáticos especialmente desarrollados por Michelin.
La aerodinámica ha sido muy estudiada. Según desvelaba la propia marca, la carga aerodinámica máxima que es capaz de ejercer llega hasta los 1.200 kg. Es la cifra que declara, por ejemplo, el Apollo Intensa Emozione, y netamente superior al del McLaren Senna, declarado oficiosamente como su rival más directo.
Dentro no hay espacio al lujo y sí al máximo rendimiento. Asientos de carbono, pedales ajustables, arnés de seis puntos y volante inspirado en los de la F1, tanto por la forma como por la ingente cantidad de botones y conmutadores.
La producción total de los Brabham BT62 estará limitada a un total de 70 ejemplares. Se hablaba de un precio de partida que estaba por encima del millón de euros. Habrá en total tres versiones diferentes y que tendrán el nombre de Brabham BT62 Competition, BT62 Ultimate Track Car y BT62 Road Compliant Car.
El primero de ellos es el más cercano a un coche de carreras, usándose como base de cualquier modelo que quiera ser usado para competición (incluyendo el Mundial de Resistencia, al que espera poder llegar en 2022 en la nueva categoría Hypercar). También se espera que pueda correr en la Dunlop Britcar Endurance.
El BT62 Ultimate Track Car es una versión de uso intensivo en circuito mientras que el BT62 Road Compliant Car será la versión matriculable, gracias a un kit de conversión que cuesta 167.000 euros. Pero como hemos dicho, sigue teniendo una base de partida esencialmente de carreras, dejando de lado lujos y refinamientos.
Pero no debemos confundirnos. El BT62 no es un proyecto futuro, sino una realidad. Compitió en el British GT y ha estado presente en el Goodwood Festival of Speed tanto en las ediciones de 2018 como de 2019. Una vez se hayan completado las 70 unidades, Brabham empezará a trabajar en otros modelos, alguno más asequible y que pueda entrar a competir con marcas como Ferrari, Lamborghini o Porsche.