Este Lexus LFA cromado lleva dos años buscando dueño

Alguien decidió comprarse un buen día uno de los 500 Lexus LFA que fueron construidos, el modelo más exclusivo de la marca por su escasez, prestaciones y concepto. En su momento, llevó tiempo poder encontrar dueño definitivo a esos 500 coches, a pesar de que Lexus los vendió probablemente a pérdida.

Uno de ellos se encuentra en un concesionario de Düsseldorf (Alemania) desde hace dos años, y todavía no hay comprador. O nadie se ha interesado por él, o no quieren venderlo, o las dos cosas. Se trata de una unidad prácticamente nueva, el odómetro marca 870 kilómetros, por lo que es un reestreno de un coche irrepetible.

El anuncio de venta apareció -por lo menos- allá por abril de 2020, un mes especialmente complicado y en el peor momento de la pandemia de COVID. Probablemente, alguien decidió desinvertir en ese coche, a la vista de que no lo compró para usarlo. Hay quien pega el pelotazo vendiendo al cabo de años un coche descatalogado con un kilometraje bajo.

Sus tres colas de escape fueron afinadas por Yamaha para crear un sonido único

Pues bien, sigue en el mismo lugar y el cuentakilómetros no ha avanzado, así que no siquiera ha salido a dar una vuelta. Su característica más distintiva es que parece cromado por completo, pero se trata de un vinilado y no de un costoso trabajo de pintura. Es un espejo muy caro, en síntesis.

El anuncio lo muestra con un precio de 1.049.600 euros, una vez que se incluye el IVA alemán del 19%. Es prácticamente el triple del precio del que llegó al mercado en 2010, en el caso de España fueron 380.000 euros. Parece estar un poco inflado de precio, dado que el año pasado se vendió una unidad con 284 kilómetros por 781.000 dólares (casi lo mismo en euros al cambio).

Uno de los factores que puede explicar la dificultad en darle salida es que el precio es el mismo que en 2020, 882.017 euros sin el 19% de IVA y 1.049.600 si lo añadimos. La parte buena es que no ha experimentado inflación, está subiendo todo, y al menos el precio se mantiene. Un alivio para el bolsillo de los ricos.

El interior no está tan pasado de moda para ser un coche que salió al mercado hace 12 años

Quitando el particular cromado, que puede gustar o no, el interior está decorado con cuero rojo por todas partes, lo habitual cuando salió de la fábrica a estrenar, y seguramente está casi todo virgen y sin más olores que los de productos de limpieza y mantenimiento.

¿Merece la pena ese dinero? Provisionalmente, no, al menos actualmente. Los Lexus LFA son de los últimos superdeportivos con un motor V10 sin artificios eléctricos de asistencia, donde las pocas pantallas digitales tienen su sentido. Por ejemplo, el tacómetro es digital porque ninguna aguja puede seguir a su V10 revolucionándose en vacío.

En agosto de 2021 RM Sotheby's subastó un Lexus LFA por la friolera de 1,6 millones de dólares, pero tiene truco, era uno de los ultraexclusivos 64 LFA Nürburgring Edition, y concretamente uno de los 25 que llegaron a Estados Unidos. En ese caso, el factor exclusividad estaba más que justificado.

Motor 4.8 V10 con 560 CV de potencia, era capaz de superar los 325 km/h si encontrábamos recta suficiente

Otra unidad especialmente cara se puso en venta de la misma serie limitada por 1.137.968 dólares, un poco más económico, pero ya con más de 19.000 kilómetros en el marcador. Estas cifras también triplican el precio que tenía nuevo, ya que los Nürburgring Edition no tenían tantísimo sobreprecio en su momento, costaban 465.000 dólares.

Mucho nos tememos que el precio de esta unidad tendrá que bajar, a menos que el concesionario en cuestión no le importe tener ese coche expuesto durante una buena temporada. Las leyes del mercado nos enseñan que según vayan pasando los años, los precios suben en coches muy exóticos, incluso por encima de lo que costaron nuevos considerando la inflación.

Si no nos convence esta unidad, tenemos disponible en la red Lexus de Alemania otro ejemplar en color negro. Solo tiene 600 kilómetros y el interior es blanco, pero tampoco es un chollo: piden 1.100.000 euros por él, todavía más de lo que piden por el cromado. Mientras no encuentre comprador, será el rey de la exposición de Autohaus Nix.