Los grandes puntos débiles de las marcas chinas para conquistar Europa, y el gran error para ser líderes de ventas de coches eléctricos
El miedo de las marcas europeas frente a las asiáticas en el terreno de los coches eléctricos es permanente, pero no en todos los campos. La autonomía y la potencia de carga son claves, pero las marcas chinas todavía no gozan de la experiencia necesaria para poder suponer un importante peligro. Lo bueno, y lo bonito, sale caro o muy caro.
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Publicado: 02/10/2023 20:00
Las marcas europeas acumulan ya unos cuantos años velando por sus intereses frente a unas marcas chinas que, cada vez más, se implantan en el continente europeo. La guerra no ha hecho más que empezar con una cada vez mayor oferta entre los coches eléctricos, que son el verdadero caballo de batalla entre los dos continentes y, por supuesto, sus precios. La autonomía y los sofisticados gadgets tecnológicos que ofrecen son el arma para conquistar a los clientes, pero detrás hay mucho más para que un fabricante chino logre el éxito.
No se trata de vender más unidades, sino de que los clientes estén satisfechos con lo que ofrecen. En este sentido, las chinas han aprendido mucho de las europeas que fabrican sus modelos en el lejano país oriental, especialmente los acabados tanto interiores como en el exterior. La calidad de los materiales o las tolerancias en los ajustes entre las piezas siempre han sido claves para determinar el nivel de acabado de un coche u otro, aunque este es uno de los apartados que los europeos miman al máximo.
Las claves que llevarán al éxito a las marcas chinas en Europa
La supuesta superioridad de las marcas chinas es papel mojado frente a otros aspectos clave, los que la consultora estratégica Berylls ha averiguado. Jan Burgard, responsable del estudio, ha apuntado que «Muy pocos clientes conocen siquiera a los fabricantes chinos. Las excepciones son marcas como Polestar o MG, que tienen una cierta influencia europea y herencia. Por supuesto, esto es un pequeño consuelo y con cada aparición en una feria, con cada anuncio y, sobre todo, con cada aprobación, esto cambiará un poco. Pero el éxito de los chinos está lejos de ser una conclusión inevitable».
Los servicios de postventa es otro punto clave, el que determina también la satisfacción de los clientes, el mantenimiento y la disponibilidad de piezas, al igual que la prestación rápida de los servicios. Uno de los papeles más importantes y en el que todas las marcas luchan para ofrecer una deferencia a los clientes, y en este punto las marcas chinas están todavía muy lejos. Su principal problema es que han llegado haciendo la casa por el tejado, en lugar de por los cimientos, sin red de concesionarios propia, por poner un ejemplo.
Las marcas chinas se erran en su objetivo de conquistar Europa
Han apuntado alto, muy alto, directamente a los Premium, cuando el verdadero desafío es hacerlo en los segmentos más bajos del mercado, el de los utilitarios y el de los compactos. Los coches que se mueven en una horquilla de precios por debajo de los 25.000 euros cada vez son menos, los fabricantes han renunciado a ellos, y es donde los chinos pueden dar la campanada. Lo que sí es una realidad es que por muchas marcas chinas que se aventuren a competir en Europa, el tiempo dirá cuáles subsisten y cuáles no, incluso con la temida caída de alguna europea.