Un nuevo estudio demuestra el peligro que corres al usar las pantallas multimedia

Entre los muchos requisitos que los clientes tienen en su lista de preferencias a la hora de comprar coches nuevos, destaca uno especialmente: debe tener una pantalla táctil en la consola central para manejar, a ser posible, todas las funciones del vehículo, y cuanto más grande, mucho mejor. Ninguna de estas dos cualidades son precisamente ejemplo de una mayor seguridad en la conducción, más bien todo lo contrario.

Por mucho que se esfuercen las marcas en simplificar el acceso a las funciones, aprenderse la ruta para acceder a todas no es una misión imposible, pero sí que requiere de dedicar unos segundos hasta llegar a una configuración concreta. El tiempo suficiente para desviarnos de la trayectoria y verse envuelto en un accidente de tráfico de serias consecuencias. Los diferentes países europeos ya están tratando este tema, cómo evitar que los conductores dediquen tiempo a su manejo durante la conducción, lo cual obliga a un solo camino: sanciones.

Un estudio de la Asociación Canadiense de Automóviles ha determinado que «su uso es un problema importante y creciente. Se está volviendo cada vez más difícil para las personas manejar estas cosas dentro de su vehículo», concluyendo un tiempo medio de 48 segundos dedicado al manejo de la plataforma multimedia, afectando especialmente a la vista y a la mente, un tiempo que es más elevado en las personas más mayores, y que reduce el tiempo de reacción.

El informe apunta a los datos más recientes de la Fundación para la investigación de accidentes de tráfico mostrando que, a partir de 2018, las distracción han sido la causa de uno de cada cuatro accidentes mortales. Unas cifras que ya equiparan a los siniestros causados por conducir bajo los efectos del alcohol en los que, además, las víctimas no suelen ser precisamente los conductores distraídos, sino el resto de usuarios de la carretera, especialmente ciclistas y peatones.

Los países europeos han pedido a los fabricantes, a través de la Unión Europea, el tratar de mejorar los sistemas de infoentretenimiento para evitar posibles distracciones. Una de las medidas ha sido la personalización de la pantalla principal para acceder a las funciones más utilizadas, pero no es suficiente, por lo que el control por voz se ha convertido en unas de las armas. Cada vez son más los nuevos modelos que cuentan con un sistema de comandos vocales que entienden un lenguaje más natural. Pero, a pesar de que la configuración se realiza, los estudios apuntan que un gran porcentaje de los conductores siempre desvía la atención a la pantalla. Robyn Robertson, directora ejecutiva de la fundación señala que, «al final, hay conductores que desvían la atención, a pesar de utilizar el control por voz porque se sienten frustrados al no hacer lo que ellos quieren que haga».

Fuente: Toronto Citynews