La UE retrasa la norma de emisiones Euro 7 hasta 2030, un respiro para las marcas que ya no deben aumentar más los precios de los coches nuevos
Alivio es lo que respiran los fabricantes. Después de mucho tiempo con el miedo metido en el cuerpo por las decisiones de la Comisión de Transportes de la Unión Europea en referencia a la entrada en vigor de la nueva norma de emisiones Euro 7, finalmente no entrará en vigor a mediados de la década como estaba previsto, sino en 2030.
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Publicado: 08/03/2024 10:00
Los fabricantes de coches venían advirtiendo desde hace tiempo del acoso y derribo al que se estaban viendo sometidos por la Comisión de Transportes de la Unión Europea, ignorados por completo en la negociación de los nuevos estándares de emisiones para los próximos años. La inversión necesaria para adaptar los motores de combustión a las nuevas normas de homologación más exigentes y la imposición obligada de los coches eléctricos, con China de por medio, el acercamiento al abismo de la ruina se acercaba.
La realidad ha llegado al organismo europeo, que está empezando a ver que sus políticas tan restrictivas, que afectan de lleno a sus ciudadanos, no son objetivos tan fáciles de lograr en apenas una década. Si a finales de 2023 se decidió que la nuevo Euro 7 entrase en vigor en 2026 y con una regulación más laxa para los coches nuevos, ahora el Parlamento Europeo, que es el que tiene la última palabra, ha dado un paso de gigante al retrasar la entrada en vigor de esta controvertida regulación hasta 2030. Se estrenará cinco años después de lo previsto.
Cumplir la Euro 7 y lanzar coches eléctricos es misión imposible hoy
Una decisión de suma importancia para las marcas que se traduce en una cuestión clave: los límites actuales de las emisiones de los turismos y comerciales ligeros de la norma Euro 6 se mantendrán en el nivel vigente hasta el 1 de julio de 2030, mientras que los que afectan a los camiones y autobuses se demorarán un año más, hasta el 1 de julio de 2031.
Los plazos de aplicación no son la única novedad, pues también se ha eliminado una de las cláusulas más importantes y en las que las marcas de coches veían un serio peligro que suponía un incremento de precios brutal en los modelos más pequeños: el de las pruebas en tráfico real más estrictas. Seguramente recordarás aquellas palabras de Thomas Schäfer que apuntaba a la desaparición del Volkswagen Polo por este motivo. La marca alemana prefería desprenderse del utilitario antes que aumentar el precio de venta en 5.000 euros, y como ella, otros tantos del mercado estaban condenados a desaparecer prematuramente, como el Fabia.
«35 años para electrificar todos los coches del mundo», lo dice Bosch
El gran jefe de Bosch, que no es un cualquiera en la materia, ha realizado unas interesantes declaraciones que «despedazan» sueño de la Comisión de Transportes. Stefan Hartung ha apuntado que «Hoy en día se fabrican 90 millones de coches al año y aunque las ventas de eléctricos aumentarán, será por oleadas. Si tuviéramos que convertir inmediatamente todos los coches con escape [a eléctricos], necesitaríamos unos 16 años en Europa, y en todo el mundo entre 30 y 35 años».