Las partículas tóxicas emitidas por los frenos se tendrán en cuenta en la norma Euro 7

En aproximadamente unos meses se darán a conocer, finalmente, todos los detalles de la normativa Euro 7. Tras sufrir varios retrasos, las autoridades presentarán las claves de una norma que, sin lugar a dudas, marcará un antes y un después para la industria automotriz europea. Los fabricantes de automóviles vienen trabajando duramente para preparase ante lo que se avecina. Y lo cierto es que la norma Euro 7 introducirá importantísimas novedades.

Uno de los grandes cambios que supondrá la entrada en vigor de la normativa Euro 7 es que, por primera vez, no van a tenerse en cuenta únicamente las emisiones producidas por el escape. Es importante recordar que los vehículos no solo generan emisiones a través del sistema de escape.En la norma Euro 7 también contarán las partículas tóxicas emitidas por los frenos mecánicos.

La norma Euro 7 busca reducir las partículas tóxicas emitidas por los frenos

El nivel de partículas ultrafinas fruto de la abrasión de las pastillas de freno estarán cubiertas por primera vez por un reglamento de la Unión Europea para reducir la contribución de los vehículos a la contaminación del aire, especialmente en zonas urbanas. La norma Euro 7 obligará a los fabricantes de vehículos a reducir la cantidad de contaminantes, como los óxidos de nitrógeno y los óxidos de azufre.

La Comisión Europea confirmó su compromiso de abordar las partículas en el plan de acción de contaminación cero de 2021. «Con base en la evidencia más reciente, la próxima legislación considerará la necesidad de limitar las emisiones de PM2.5 y nanopartículas de todos los tipos de motores de combustión y de los frenos de vehículos convencionales y eléctricos por igual», estableció el plan.

En el proceso de frenado de un vehículo la fricción puede hacer que se desprendan de la pastilla de freno unas partículas extremadamente pequeñas. El pequeño tamaño de estas partículas, que se dividen entre PM10 (polvo grueso) y PM2.5 (polvo fino), son capaces de penetrar profundamente en los pulmones. Los metales pesados que se desprenden a través de la abrasión de los frenos también pueden acabar en el medio ambiente, afectando negativamente al suelo y al agua. La ingesta de estas partículas abre la puerta a problemas respiratorios, el desarrollo de ciertas formas de cáncer e incluso aumenta el riesgo de padecer Alzheimer, según muestran determinados estudios europeos.

El coche eléctrico no se libra de las partículas emitidas por los frenos

La hoja de ruta establecida por la Comisión Europea está clara. En el futuro que ya se vislumbra en el horizonte solo hay cabida para el coche eléctrico. Ahora bien, aunque el proceso de transición hacia la movilidad eléctrica permitirá eliminar las emisiones del tubo de escape, no resolverá el problema de las emisiones de partículas de los frenos. Es por ello que los automóviles 100% eléctricos también están en el punto de mira de la normativa Euro 7.

En la actualidad ya existen tecnologías que permiten reducir la cantidad de partículas emitidas por los frenos en hasta un 90%. Una de estas soluciones ha sido desarrollada por la empresa francesa Tallano y, básicamente, aspira el polvo de las pastillas de freno hacia un filtro antes de que pueda liberarse al medio ambiente.

Hace unos años, más concretamente en abril de 2019, Volkswagen fue sorprendida probando un filtro de partículas para frenos. Nuestros fotógrafos espía cazaron un Volkswagen Golf en versión GTD llevando a cabo unas pruebas en carretera con el señalado sistema de filtrado de partículas. Un avistamiento que viene a ratificar el hecho de que los fabricantes ya vienen trabajando en este tipo de soluciones.

Fuente: Euractiv