La UE aplica desde ya los aranceles provisionales a los coches eléctricos chinos. ¿Qué sucederá ahora?
Desde este 5 de julio, la Unión Europea aplica unos aranceles adicionales provisionales a la importación de coches eléctricos chinos. Superada y confirmada esta barrera, estos son los pasos que se podrían dar a continuación y que podrían tensar (o no) la situación.
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Publicado: 05/07/2024 11:00
El pasado mes de octubre, la Comisión Europea inició una investigación contra los vehículos eléctricos procedentes desde China, al considerar que recibían subsidios por parte del gobierno chino y que se producía así una situación de competencia desleal en Europa.
Desde entonces, los países miembros han ido posicionándose, al igual que los fabricantes de coches, de un lado u otro, mientras que China presionaba para echar abajo cualquier atisbo de arancel adicional y amenazaba con represalias.
Así hasta que hace pocas semanas, la Comisión anunció nuevos aranceles provisionales como primeros resultados de dicha investigación que, en el peor de los casos, llegaban al 38 por ciento, a lo que habría que sumar el 10 por ciento ya presente hasta el momento.
Y aunque Europa decidió suavizar estos derechos provisionales hace unos días, fruto de las intensas conversaciones entre el gobierno y los fabricantes chinos con la Comisión, la primera fecha importante de la investigación ha llegado.
Aranceles provisionales en forma de garantías
El Diario Oficial de la Unión Europea ha confirmado estos aranceles provisionales a la importación de los coches eléctricos procedentes desde China, los cuales empiezan a aplicarse a partir de este mismo viernes 5 de julio.
Eso sí, estos derechos provisionales se introducirán mediante una garantía bancaria y solo se cobrarán si se terminan imponiendo los derechos definitivos, aunque estos podrían aplicarse con efecto retroactivo durante un máximo de 90 días.
Entonces, ¿qué puede pasar a partir de ahora? Las negociaciones con China seguirán adelante, en búsqueda de una solución a largo plazo. La siguiente fecha marcada en el calendario es el 3 de noviembre, momento en el cual (13 meses después de iniciarse la investigación) se deberán saber si se terminan imponiendo los aranceles definitivos que, no obstante, serán inferiores a los provisionales (de aplicarse, claro).
Antes de ese momento, en caso de no llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes, la Comisión deberá presentar una propuesta formal a los 27 países de la UE, los cuales podrían aprobar estos aranceles definitivos… o vetarlos. Para ello, se necesitaría una mayoría cualificada: o lo que es lo mismo, el voto en contra de al menos 15 países que representen el 65 por ciento de la población de la Unión Europea.
Actualmente hay dos bandos: los que defienden la aplicación de los aranceles para proteger la industria europea, como Francia, España o Italia; y los que lo ven una medida perjudicial y que podría tener repercusiones negativas en sus propias marcas, como Alemania o Suecia. Otros países como Grecia, Irlanda, República Checa, Polonia… siguen debatiéndose entre ambos bandos.
China amenaza con represalias
Por el momento, ninguna medida se ha hecho efectiva contra el sector automovilístico europeo a razón de la investigación de la Comisión Europea, aunque las amenazas se han hecho escuchar desde el principio. Por el momento, ya ha iniciado una investigación antidumping contra las importaciones de carne de cerdo desde Europa, y lo mismo contra las bebidas espirituosas.
Respecto al automóvil, se ha dejado caer que se podría castigar a la importación de vehículos de lujo y motores grandes desde Europa. Una medida que haría mucho daño a los fabricantes Premium, especialmente los alemanes. De ahí que China se esté tomando estos momentos de tensión comercial como si de una negociación se tratase para dividir a los Estados miembros.
La Comisión se ha mantenido firme y seguirá adelante con la investigación: «Seguimos trabajando intensamente con China para encontrar una solución mutuamente aceptable. Cualquier resultado negociado de nuestra investigación debe abordar de forma clara y completa las preocupaciones de la UE y respetar las normas de la OMC», aseguró Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea.