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OpiniónEl silencio de Europa en la guerra contra los diésel en Alemania, ¿una decisión incómoda o bien calculada?

Mientras Mercedes aguarda una sentencia que puede ser inédita por unas homologaciones ilegales de coches diésel en Alemania, Europa guarda un silencio que habla por sí solo. Las dos caras de una decisión más que difícil con los ciudadanos y los coches eléctricos de por medio.

El silencio de Europa en la guerra contra los diésel en Alemania, ¿una decisión incómoda o bien calculada?
Los fabricantes de coches trabajan duramente para rebajar las emisiones de los diésel. - Mercedes

3 min. lectura

Publicado: 24/08/2024 18:00

Hubo un día en la historia de BMW que marcó un antes y un después. Los bávaros negaron utilizar motores diésel en sus carrocerías más deportivas, desdiciéndose tiempo después. Esta mecánica reina en todos los cuerpos de los coches nuevos desde hace años, lo que les ha permitido elevar sus volúmenes de ventas.

Sin embargo, los diésel siempre han sido objeto de una guerra sin cuartel a los que había que matar de alguna forma. Europa se ha encargado de ello, al mismo tiempo que los fabricantes han buscado la forma de hacerlos cada vez más limpios al estar convencidos de que su eficiencia es mejorable.

Mercedes diésel
Los diésel sobreviven a pesar de que un gran número de marcas ha renunciado.

Europa ha ganado parte de su batalla contra el diésel

Mientras que algunas marcas generalistas se han desprendido de esta mecánica, las Premium están demostrando que al diésel le queda mucha vida por delante. El gran problema es que para conseguir el objetivo hay que invertir, y eso es lo que algunas marcas no quieren; les sale más barato aprovechar conocimientos basados en la electrificación. Por ejemplo, los MHEV de Stellantis que se convierten en híbridos.

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En tales circunstancias, Europa ha ganado parte de la partida al conseguir que algunas marcas abandonen la tecnología diésel, pero quedan muchas otras que se niegan, y donde la gran demanda que se libra contra Mercedes por emisiones ilegales juega un papel clave para Bruselas.

Una sentencia difícil con el foco en los ciudadanos

«Dejemos trabajar a la justicia». Esta frase, que has oído miles de veces, es la que han trasladado desde la Comisión de Transporte al ministro alemán al que preocupa seriamente el camino que pueda tomar el TJUE y que afecta a millones de diésel en Alemania. La sentencia tiene dos caras, pero está claro que Mercedes será condenada de alguna forma.

La decisión no es nada fácil. Por un lado, supone ir contra la ciudadanía a la que se le causará un daño irreparable, mientras que para Europa sería un enorme punto a favor para justificar «el importante daño que hacen los diésel» y para explicar por qué acabar en 2035 con la combustión tradicional e imponer los coches eléctricos. Sólo por este motivo, nadie en Bruselas quiere meterse en la decisión judicial. Lo que tenga que ser, será.

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