Los argumentos de Europa para defender los coches eléctricos en 2035 que no convencen
Europa se ha embarcado en uno de los retos más complicados, el abandono de los coches de combustión y la imposición de una nueva movilidad marcada por los coches eléctricos. Una decisión que no gusta, ni a población ni fabricantes, y que la UE trata de justificar sin éxito.
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Publicado: 23/12/2022 20:00
La nueva estrategia de la Unión Europea no gusta ni a la ciudadanía de los 27 países miembros ni a los fabricantes que, a partir de 2035, solamente podrán comprar coches nuevos que sean 100% eléctricos prohibiendo la combustión tradicional, híbridos y enchufables en todo el territorio. Una medida que el organismo europeo ha considerado ahora explicar las razones que le han llevado a tal decisión, pero que no convencen en absoluto.
Frans Timmermans, Vicepresidente de la Comisión Europea, ha dado un paso al frente y se ha dignado en dar las explicaciones pertinentes, considerando que la enorme competencia con China y Estados Unidos ha obligado a Europa a mover esta ambiciosa ficha, apuntando en unas declaraciones que «la electro-movilidad es el único camino correcto, porque otros grandes actores del mercado global van en la misma dirección y eventualmente podrían superar a la industria automotriz europea». ¿Y por qué 2035 y no 2050? Pues porque es el tiempo de la vida media de los coches en Europa.
China y Estados Unidos, claves en la estrategia europea
El más importante de esos actores es el del gigante asiático, que a finales de año, dispondrá de 80 nuevos eléctricos listos para su comercialización, y de los que un gran número también asaltarán Europa. Timmermans está convencido de que la industria europea también debe defender esta estrategia, abogando por una posición completamente opuesta a la que defiende su colega Thierry Breton, el Comisario de Mercado Interno de la Unión Europea, que hace unas semanas pedía a las marcas europeas que siguieran fabricando coches de combustión para otros mercados.
El neerlandés no está de acuerdo con esta opinión, pues señala que supone trasladar las emisiones contaminantes mundiales de una región a otra. Unas declaraciones que hacen aguas por todos lados, pues no todos los fabricantes están convencidos de que los eléctricos sean el único camino para una Europa sin emisiones. Sus demandas de considerar los combustibles sintéticos o el hidrógeno caliente como otras opciones posibles han recibido la respuesta de que «se estudiará en la siguiente reunión» del consejo en 2026.
El verdadero reto de la UE, convencer a los europeos del cambio
Timmermans y sus colegas tienen tres años por delante para convencer de su estrategia, y asume como un verdadero reto que no es fácil: la infraestructura de carga en los países miembros. El mandatario está convencido de que cuanto mayor sea la oferta de coches eléctricos, más baratos serán, lo que no es en absoluto cierto. Los precios de las materias primas -cobalto, cobre, litio o magnesio- para las baterías van en continuo aumento, especialmente por la escasez de algunos químicos como el litio, lo que las encarece significativamente.