Europa concluye su investigación a los fabricantes de coches eléctricos chinos. Y se avecina tormenta
La Comisión Europea ha publicado sus conclusiones sobre la investigación realizada en los últimos meses a los fabricantes de automóviles chinos. El resultado será la imposición de aranceles a sus marcas, salvo que el Gobierno chino proponga una solución.
El pasado mes de septiembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, alertó de lo que consideraba prácticas injustas por parte de China que colocaban a sus fabricantes de automóviles en una posición dominante con respecto a los europeos.
Ya a primeros del mes de octubre, la Comisión Europea inició de manera formal la investigación de oficio en relación con las importaciones de vehículos eléctricos procedentes del país asiático. Y nueve meses después, ha dado a conocer sus conclusiones al respecto.
China aplica subvenciones injustas
La conclusión principal de la Unión Europea es que China aplica subvenciones que considera injustas y colocan a los fabricantes de coches eléctricos del país en ventaja a la hora de competir con los europeos en el Viejo Continente. Por esa razón, considera adecuado aplicar aranceles a dichos fabricantes.
«Si las conversaciones con las autoridades chinas no condujeran a una solución eficaz, estos derechos compensatorios provisionales se introducirían a partir del 4 de julio»
«Como parte de su investigación en curso, la Comisión ha llegado a la conclusión provisional de que la cadena de valor de los vehículos eléctricos de batería (BEV) en China se beneficia de subvenciones injustas, lo que está causando una amenaza de daño económico a los productores de BEV de la UE», señala el comunicado.
«La investigación también examinó las probables consecuencias y el impacto de las medidas en los importadores, usuarios y consumidores de BEV en la UE», amplía el documento, que también anticipa las medidas a tomar.
En concreto, la Comisión Europea propone la imposición de los siguientes aranceles a estos tres grupos automotrices chinos:
- BYD: 17,4 %
- Geely: 20 %
- SAIC: 38,1 %
Además, otros productores de vehículos eléctricos de batería chinos que cooperaron en la investigación, pero no fueron incluidos en la muestra, estarían sujetos a un derecho promedio ponderado del 21 %. El resto de fabricantes chinos que no cooperaron en la investigación estarían sujetos al máximo, un 38,1 %.
Negociaciones entre China y Europa
En el mismo comunicado, la Comisión Europea informa de que se ha puesto «en contacto con las autoridades chinas para discutir estos hallazgos y explorar posibles formas de resolver los problemas identificados».
Además, también aclara que estos aranceles deberán publicarse a más tardar el 4 de julio y, desde entonces, la ley señala que las medidas definitivas tendrán que ser aplicadas en un plazo máximo de cuatro meses.
Las empresas incluidas en la muestra han recibido individualmente información sobre sus propios cálculos y tienen la posibilidad de comentar sobre la exactitud de los mismos. Si estos eventuales comentarios proporcionan pruebas suficientes de contrapeso, la Comisión puede revisar su cálculo de conformidad con la legislación de la UE.
Ahora se abre un proceso de negociación entre la Unión Europea y China con el objetivo de encontrar un término medio que satisfaga a todas las partes.
Mientras tanto, la Comisión Europea ha señalado que «si las conversaciones con las autoridades chinas no condujeran a una solución eficaz, estos derechos compensatorios provisionales se introducirían a partir del 4 de julio mediante una garantía aplicada a su criterio por cada aduana de cada estado miembro».
Eso sí, la Comisión Europea matiza que dichos aranceles «sólo se recaudarían si y cuando se impongan derechos definitivos».
Aunque China no se ha pronunciado oficialmente todavía, ya presiona a varios países de la Unión Europea para que se opongan a los aranceles, bajo amenaza de subir los suyos en otros mercados clave para las exportaciones europeas al país asiático.
Actualmente, China aplica unos impuestos del 15 % a los coches eléctricos europeos, un porcentaje superior al 10 % actual que grava la Unión Europea, y que si las negociaciones no lo impiden, pronto subirá considerablemente.