Europa tiene prisa en aprobar su plan para instalar cargadores eléctricos públicos en todo el continente
La estrategia de la UE sigue adelante con la prohibición de los coches nuevos de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, la presidencia sueca de la Comunidad Europea ya ha está preparada para votar la nueva propuesta de cargadores en las principales carreteras, así como el método de pago obligado que facilite el proceso a los propietarios de coches eléctricos.
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Publicado: 28/03/2023 18:00
La Unión Europea continúa con su estrategia de la prohibición de los coches nuevos alimentados con combustibles fósiles y el importante paso a los coches eléctricos, tras lograr firmar un acuerdo con Alemania para el uso de combustibles sintéticos en modelos especiales, por lo que no cambia nada en la estrategia de las marcas.
El conflicto se ha resuelto y ahora es el turno de que los países miembros muevan su correspondiente ficha, la de levantar la infraestructura de recarga necesaria. El Consejo de la Unión Europea, con Suecia al frente, ha pisado el acelerador y ya tiene listo el proyecto de ley que obligará a los países a disponer de cargadores eléctricos cada 60 kilómetros en las principales carreteras de la «RTE-T», la Red Transeuropea de Transportes en 2030, dedicada a facilitar el tráfico particular y de mercancías a lo largo de toda la Unión Europea.
La instalación de puntos de carga se desplegará a partir de 2025
La propuesta contiene dos partes, una que afecta a los coches eléctricos alimentados por batería y otra para los FCEV de pila de hidrógeno, aunque común para ambos es que existan infraestructuras de carga de corriente y de hidrógeno gaseoso que sean de carácter público en las principales carreteras de esta red entre 2025 y 2030. Los países europeos estarán obligados también a la instalación de puntos en autopistas de conexión, así como en carreteras nacionales, adaptándose siempre a los avances tecnológicos.
Cabe destacar que España cuenta con dos corredores integrados en esta gran red de carreteras europea. El Mediterráneo, que se extiende desde Algeciras hasta Miskolc, atravesando por Lyon y Venecia y el corredor Atlántico, que arranca desde Lisboa y llega hasta Estrasburgo pasando por Vitoria. El objetivo de esta nueva norma europea es que los propietarios de coches eléctricos dispongan de una red de recarga con un mayor número de instalaciones públicas.
El acuerdo para la red de carga en Europa, pendiente de votación
La UE también contempla una transparencia máxima de cara a los consumidores, por lo que no se terminarán las suscripciones de los proveedores de cargadores, pero sí tendrán que ofrecer diferentes opciones de pago, con tarjeta de crédito o débito, algo que se venía demandando desde hace tiempo. Las electrolineras, o la estaciones de servicio que dispongan de cargadores o surtidores de hidrógeno, también estarán obligadas a mostrar los precios por kW de carga o kilogramo de hidrógeno, como actualmente ocurre.
El nuevo reglamento de infraestructura de combustible alternativo, conocido como «AFIR», pretende ser votado lo más pronto posible, por lo que el Consejo Europeo más cercano en el calendario está programado para los días 16 y 17 de mayo en Reikiavik, Islandia.