Europa quiere ser potencia en baterías para coches eléctricos, pero está tomando la dirección equivocada
La Unión Europea cuenta con una notable batería de medidas para el cambio climático, entre las que destaca la prohibición del coche de combustión en 2035. Sin embargo, las políticas de estímulo a gran escala dirigidas a las cadenas de suministro de energía limpia escasean.
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Publicado: 24/10/2022 18:30
Son varios los indicadores que sugieren que la posición de Europa en el mercado de los coches eléctricos va a ser bastante delicada en el futuro. Por un lado está la posición predominante de China en los mercados clave. Por otro lado, las políticas agresivas de Estados Unidos para ganar competitividad.
El Gobierno de Joe Biden ha impulsado de manera notable la inversión en baterías, otorgando créditos fiscales a los productores de vehículos eléctricos con la condición de producir componentes de baterías y materias primas indispensables en Norteamérica.
«No tiene sentido construir gigafactorías si no tienes la cadena de suministro para alimentarlas»
Esto ha originado anuncios de inversión por valor de 13.000 millones de dólares para la fabricación de vehículos, así como de 24.000 millones para baterías en pocos meses.
Por qué Europa está siguiendo el camino equivocado
Según datos ofrecidos por Benchmark Mineral Intelligence, la industria de las baterías en Europa va a perder terreno con respecto a Asia y Estados Unidos a medida que avance la presente década.
En concreto, se prevé un déficit de suministro para satisfacer su propia demanda que aumentará desde los 66 GWh de este año a los 270 GWh en 2030. Esto se debe a que el Viejo Continente no está siendo capaz de acelerar la construcción de la cadena de suministro de baterías, al contrario que sus dos directos competidores.
«Están llegando inversiones en Europa a nivel de capacidad de celdas (baterías), pero el problema es que no tiene sentido construir estas gigafactorías si no tienes la cadena de suministro para alimentarlas», afirma Aran Waid, analista de Benchmark. «El mayor problema para Europa es desarrollar esa capacidad intermedia y obtener esa materia prima».
Según BMI, la demanda de baterías en Europa crecerá un 600 % a finales de esta década, concretamente hasta los 735 GWh. Esto pone de manifiesto que Europa lidera la penetración del coche eléctrico en el mercado. Sin embargo, no está construyendo dicho avance sobre cimientos sólidos que lo sostengan a largo plazo.
«Europa lidera el desarrollo de baterías fuera de China, pero aún mantiene un déficit porque esperamos que la demanda sea mucho mayor, ya que también tiene tasas de penetración de vehículos eléctricos muy altas», dice Waid.
La inversión en desarrollo y producción de baterías es notable. Marcas como Renault y Volvo han suscrito acuerdos con fabricantes de baterías para la construcción de gigafactorías, mientras que otros como Volkswagen han decidido invertir en instalaciones propias.
También están confirmadas fuertes inversiones de algunos grandes productores de baterías asiáticos, CATL, LG, SK y Samsung entre otros, para la creación de futuras instalaciones en suelo europeo.
Sin embargo, todo eso carece de una red de suministro de materias primas acorde a las futuras necesidades que tendrá la industria en Europa. Según BMI, en 2030 el Viejo Continente únicamente podrá producir 300 de los 800 GWh de ánodos que necesitará .
Si quiere ser autosuficiente y referente en un mercado tan importante en el futuro, Europa debe cambiar de rumbo y encontrar el modo de producir baterías y coches eléctricos sin depender de China y Estados Unidos. ¿Podrá hacerlo?