Europa recuperará terreno en electromovilidad frente a China poco a poco

En China las ventas de vehículos han estado subiendo sin parar durante 28 años. En 2018 cayeron un poco, y en 2019 también se cerró en negativo. La economía no puede acelerar indefinidamente, y las guerras comerciales con EEUU se han notado.

De los 25,8 millones de vehículos nuevos que se matricularon en China en 2019 (un 8,2% menos) aproximadamente 1,2 millones fueron electrificados. El descenso es menor a la media, un 4% respecto a 2018, y se desglosan entre 972.000 eléctricos (-1,2%) y 232.000 híbridos enchufables (-15%).

Los eléctricos son más sensibles a que haya subsidios para que sean más fáciles de adquirir, pero incluso sin ayudas los fabricantes están obligados a vender una cantidad mínima. En la Unión Europea estarán obligados a hacerlo también, pero desde 2025. Dichos objetivos pueden ser revisados y endurecidos.

Evolución del precio del kilovatio hora de baterías de automoción en los últimos 10 años, un 89% menos

Previamente, será una obligación indirecta. Dado que hay que llegar a 95 g/km de CO2 de media este año y el que viene, y a partir de ahí se marcarán objetivos más ambiciosos, los vehículos eléctricos son parte evidente de la ecuación. Sin ellos habría que recortar las gamas por arriba a niveles inasumibles para los balances.

Hace unos años se vendían coches eléctricos por imperativo legal, y tras una época de ventas voluntarias volvemos a los objetivos obligatorios. Es una forma de acelerar un proceso que se iba a producir sí o sí, y que ayuda a reducir la dependencia energética con el exterior y reducir las emisiones de efecto invernadero y las tóxicas.

Según Bloomberg New Energy Finance, las ventas de vehículos eléctricos van a crecer mundialmente hasta 2,5 millones este año, un 20% más que en 2019. Solo en Europa se podrían matricular unos 800.000 coches eléctricos, lo cual supone una subida del 60% en un año. En China esas ventas se han estancado, por lo que podría haber un sorpasso en pocos años.

Opel e-Corsa

El mercado europeo sigue siendo muy dependiente de las ayudas, es cierto, pero también es cierto que el atractivo comercial de los eléctricos está aumentando por sí solo: más autonomía, más facilidad para recargar y ciudades que se están volviendo hostiles con los vehículos convencionales, sobre todo los más antiguos (los históricos van aparte).

Solo hay que comparar qué coches eléctricos se podían comprar a principios de 2010, básicamente utilitarios pelados que apenas pasaban de 100 kilómetros en carretera, y los que se pueden adquirir ahora, con mucha más autonomía, más equipamiento, más tecnología y más potencia.

Los precios del kilovatio hora se están estabilizando, al menos con la tecnología actual de iones de litio y electrolitos líquidos. Hay varias líneas de investigación para dar el salto a la siguiente tecnología, pero cambios tan relevantes se producen en años, no en meses.

La red de recarga pública no hace sino aumentar, y a un ritmo prácticamente exponencial

Dado que el mercado chino pasará unos años de corrección, en el que las ventas apenas van a subir, y eso si suben, los fabricantes empiezan a ver más interesante de nuevo el mercado europeo para sus coches eléctricos. Hay menos competencia, básicamente no hay ni un chino ahora mismo a baterías que se produzca localmente, y de importación apenas llegan.

Los europeos estamos viendo cómo las redes públicas de recarga están creciendo, también lo están haciendo las privadas por el empuje de los propios fabricantes y empresas asociadas, y el atractivo de los vehículos eléctricos está haciéndose mayor, sobre todo en determinadas ciudades.

A niveles globales el mercado europeo y el chino ya están maduros, se moverán poco, pero el mercado de vehículos eléctricos sí está destinado a crecer. Saldrán perdiendo los menos adaptados y que aún sigan enquilosados en los vehículos de tipo convencional, y a lo largo de la década veremos cambios sustanciales.

Fuente: Bloomberg New Energy Finance