Europa suaviza las reglas de CO2, pero ¿qué marcas salen ganando realmente?
La flexibilización de las normas de emisiones de CO2 en Europa ha supuesto un gran alivio para la gran mayoría de marcas europeas, que podrán ahorrarse millones de euros en multas. Eso sí, para unas más que para otras.

El anuncio de la Comisión Europea de relajar la norma de emisiones de CO2permite respirar a una industria automovilística que pedía a gritos una solución a la desesperada. Aunque no todas, las marcas de coches se veían abocadas al pago de millones de euros en multas por la última actualización de la normativa CAFE.
Esta exigía que las marcas redujesen de forma drástica los niveles de emisiones medias de sus coches nuevos ya para este año. Sin embargo, la Comisión parece haber cedido ante la presión y dará un margen de tres años para cumplir con estos límites.
Lo cierto es que la industria del coche eléctrico en Europa no pasaba por su mejor momento, con un descenso de las matriculaciones del 1,2 por ciento en 2024 y con muchas fábricas en peligro de cierre por las dificultades económicas que entrañarían para la situación financiera de muchos fabricantes.
«En lugar del cumplimiento anual, las empresas tendrán tres años de cumplimiento con el principio de bancarización y endeudamiento. Los objetivos seguirán siendo los mismos, pero significa más margen de maniobra para la industria y más claridad, sin cambiar las metas acordadas», dijo la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Las marcas que más respiran en Europa
Tres colosos del automóvil en Europa respiran de forma más aliviada tras el anuncio de la Comisión Europea: el Grupo Volkswagen, Stellantis y el Grupo Renault. Sus líderes fueron los que más presionaron en el último año por un cambio, aunque hay que recordar que el ex mandamás en Stellantis, Carlos Tavares, era partidario de no cambiar la situación.
El ejecutivo portugués, muy agresivo y confiado de las posibilidades eléctricas de su extensa gama de marcas y modelos, ya no está en primera línea de batalla. Ahora Stellantis apuesta de forma más agresiva por la tecnología híbrida.
Por su parte, el Grupo Volkswagen cambió de rumbo mucho antes, en 2022, cuando Oliver Blume sustituyó a Herbert Diess, después de que su línea inicial de eléctricos ID no lograse el éxito esperado y de los múltiples problemas en el apartado de software.

Ambos contendientes, junto a un Grupo Renault cuyo CEO Luca de Meo también fue muy insistente en flexibilizar la normativa, tenían complicado cumplir con los nuevos límites en este 2025, lo que les abocaba al pago de multas millonarias por cada gramo de CO2 excedido. No es moco de pavo, entre los tres grupos venden más de la mitad de los coches nuevos en la UE.
Así lo indican las estimaciones de los analistas de Blooomberg Intelligente, que también indican que, por ejemplo, el Grupo BMW podría haber cumplido con su parte. De esta forma, las ganancias de los fabricantes podrían elevarse a 3.000 millones de euros gracias a las medidas de urgencia en Europa, que por cierto todavía deben aprobarse en el Parlamento.
«Las normas de emisiones europeas para los coches y furgonetas nuevos ofrecen seguridad a largo plazo a los inversores, y así se mantienen. Pero también debemos ser pragmáticos», comentó Apostolos Tzitzikostas, comisario de Transporte en la UE.
Otras marcas no están tan contentas. Volvo podía cumplir de sobra con la normativa CAFE y ya esperaba el pago de las marcas por la compra de créditos de carbono para evitar las sanciones. El fabricante sueco piensa que toda la industria ha tenido años de sobra para prepararse para la nueva normativa.

Más revisiones de normativa este año
A la par del anuncio de la flexibilización de la norma CAFE, la Comisión aprovechó para dar su punto de vista de lo que Europa necesita para acelerar la transición al vehículo eléctrico: una apuesta seria por los vehículos de empresa, impulsar la fabricación nacional de baterías y estimular la innovación en vehículos autónomos.
Dos medidas, estas últimas, en las que la UE tiene ahora mismo las de perder frente a Estados Unidos y, sobre todo, frente a China. Para intentar solventarlo, el bloque comunitario ofrecerá 1.800 millones de euros en los próximos dos años para impulsar la cadena de suministro de materias primas.
Por otro lado, la Comisión tendrá mucho más trabajo este año. Su objetivo de prohibir la venta de coches con motor de combustión para el 2035 se iba a revisar el año que viene, pero finalmente se ha adelantado la fecha al segundo semestre de este mismo año. ¿Habrá más cambios en este otro gran objetivo europeo?
