Europa, un mercado muy difícil para coupés y descapotables
No ha de extrañarnos la decisión de Nissan de no comercializar en Europa al sucesor del 370Z. Si analizamos los fríos datos, comprobamos que el trozo de mercado por el que pelearía es muy pequeño, sobre todo para los no Premium.
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Publicado: 16/09/2020 21:00
El mercado europeo es bastante especial si lo comparamos con el japonés o el norteamericano, y ya no digo nada si comparamos con el chino. Aunque en el Viejo Continente hay muchos países, el comportamiento de los más poblados es muy importante: Alemania, Reino Unido (ya están fuera), Francia, Italia y España, más o menos en ese orden.
Es un mercado donde hay impuestos por lo general elevado para los coches, el combustible está muy gravado, y las regulaciones dificultan las ventas de coches con poco carácter práctico. Hay segmentos que prácticamente ya solo tienen sentido para los Premium, o para marcas que venden fuera de la UE y se pueden permitir vender pocas unidades aquí.
En la primera mitad del año el mercado de turismos cayó en esta zona del mundo un 39% debido a los confinamientos y congelaciones económicas derivadas del coronavirus SARS-CoV2. El segmento de los coupés y descapotables de marcas no Premium cayó mucho más, el 72%. Eso representa un mercado de menos de 8.500 coches.
El más vendido sigue siendo el Ford Mustang, con 3.353 unidades, que se queda con el 39% del segmento. Y son pocos coches si comparamos con los 9.231 Mustang que llegaron a la UE de los 29 (se contaba Reino Unido) en enero-junio de 2016. Mayor es la torta para el Mazda MX-5, el más vendido sin techo, que este primer semestre colocó 1.903 coches, y en el primer semestre de 2016 fueron 9.159 coches.
En esa primera mitad de 2016 el Nissan 370Zya era un coche totalmente de nicho, 477 unidades. Se vendían mejor los Alfa Romeo 4C, Toyota GT86, o Fiat 124 Spider. En los últimos años los 370Z llegaban en contadas ocasiones, incluso después de haber tirado los precios y dejar el coupé por poco más de 30.000 euros.
No hay expectativas de que su sucesor, seguramente Nissan 400Z, sea capaz de levantar unos volúmenes tan bajos. Y según el fabricante japonés no se ha encontrado modelo de negocio, luego no ganaría dinero con la operación. Y vender un coche en la UE no sale gratis, hay que homologarlo para Euro 6D, requiere papeleo, etc. Y eleva la cuenta del CO2 de Nissan, aunque sea un gramito de nada por su bajo volumen.
El consumidor europeo se ha vuelto más pragmático. Carrocerías poco prácticas se están yendo a hacer puñetas: compactos y subcompactos de tres puertas, sedanes pequeños, todoterrenos de verdad, descapotables y por supuesto coupés. Y en berlinas los generalistas que quedan son ya muy pocos.
Varios factores pueden explicar esas tendencias. La persecución automatizada por la velocidad en todo el continente hace cada vez menos necesarios -por decirlo de alguna forma- los coches de planteamiento más deportivo, y los SUV han conseguido a base de marketing y mejoras de ingeniería que nos creamos que son un sustituto próximo.
Los SUV venden un paquete «todo en uno» que funciona muy bien comercialmente
La practicidad de estos últimos se ha impuesto a pesar de ser peor que la carrocería monovolumen, en vías de extinción también, pero sin duda es mejor que la de un descapotable o un coupé. Y hablando de practicidad, tenemos compactos coqueteando con los 250-300 CV y son obviamente más prácticos, sobre todo en carrocerías de cinco puertas o familiares.
El público objetivo de los coupés y descapotables generalistas está cada vez más alejado del ideal de «conductor joven que busca sensaciones», pero encaja bien con los gustos de gente con poder adquisitivo bueno o alto pasada la cuarentena. Solo hay que ver la cantidad de automáticos que se están vendiendo.
Si ese público prefiere ir en coches más prácticos o pagar la marca de un Audi, un BMW o un Mercedes-Benz, dejamos a fabricantes como Nissan con una cuota de mercado tan ridícula que la ecuación no hay forma de despejarla. Sobre todo con un «campeón» en emisión de CO2 con un motor de «gran cilindrada». La gente de Nissan prefiere ser práctica.
A lo mejor en un contexto que no fuese de crisis económica, y con una población joven mejor remunerada, estas cifras serían un poco distintas, pero las perspectivas son horrendas en plena recesión -no ha venido lo peor todavía-. Los tiempos en los que cualquier hijo de vecino podría comprarse un coupé o un descapotable, aunque fuese con mucho esfuerzo, están ya lejanos, la oferta por debajo de 30.000 euros es casi inexistente.