Los fabricantes de Alemania apoyan mantener los límites de emisiones de CO2 en Europa

Asistiendo a una pandemia tan grave en Europa como la del Coronavirus, definida por algunos como una Tercera Guerra Mundial y en un formato no bélico, que está llevando a la ruina a algunas marcas de coches, éstas se plantearon hace pocos días que la Unión Europea relajara el cumplimiento de los estrictos objetivos de emisiones de CO2, al menos, para levantar la gran crisis.

Es decir, una moratoria para contaminar durante más tiempo, una petición en la que se incluye parte de fabricantes europeos, proveedores, fabricantes de neumáticos y distribuidores, dirigiéndose especialmente a la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen. Pero en el otro lado, los fabricantes alemanes se han hecho notar con una total oposición a esta postura de los competidores.

Hasta ahora callados en Alemania, Ola Källenius, máximo responsable de Daimler, ha señalado que "el grupo no está tratando de ajustar las reglas de emisión", mientras que Herbert Diess, CEO de Volkswagen, también se ha manifestado señalando que "la compañía con sede en Wolfsburg no tomaría parte en las discusiones sobre regulaciones de CO2 más suaves".

Ni en una situación tan grave hay una paridad entre las marcas. Por ahora, la Unión Europea no ha movido ficha, pero Hildegard Müller, Presidente de asociación de fabricantes alemanes (VDA) ha señalado que los "límites de emisiones para 2021 y 2030 fueron respaldados expresamente por la industria automotriz, y ahora diferentes reclamos crearían conexiones incorrectas".

En lo que todos coinciden es en la importancia de la industria a nivel europeo y su defensa. En este sentido, Günther Oettinger, un ex-comisario de Europa, señala que una moratoria en el cumplimiento de los límites de emisiones de CO2 se puede dar, pero sería un acuerdo vinculado"a ciertas condiciones".

Oettinger también ha explicado que la situación es tan complicada que se debe llegar a un punto de entendimiento. Considerando que todas las marcas están inmersas en elevadas inversiones por el coche eléctrico, y que el objetivo de ventas es el de la movilidad sostenible más pura, un cambio de escenario con un aplazamiento en el cumplimiento de los límites de emisiones, supondrá un retraso en la implantación del coche eléctrico.

Y en este sentido el ex-comisario Oettinger se ha manifestado, de nuevo, explicando que "No se puede predecir cómo la mezcla de unidades y las ventas de automóviles eléctricos libres de emisiones se verán modificadas por la crisis de este año, por lo que obligará a los fabricantes a dar cuentas reales de sus ventas y emisiones de CO2".