Los fabricantes «anteponen la codicia empresarial a la salud pública», dice T&E al respecto de la Euro 7
Otra vez a vueltas con la futura normativa de emisiones Euro 7, prevista para el próximo 2025. Transport & Environment critica a los grandes fabricantes de coches por sus «quejas» cuando están logrando «beneficios récord».
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Publicado: 24/05/2023 11:00
La normativa Euro 7 debería entrar en vigor en la Unión Europea a partir del año 2025 para turismos y furgonetas, y mientras tanto los diferentes implicados siguen debatiendo y definiendo dicha norma. Será la última gran normativa anticontaminante que afectará a los motores de combustión.
Los fabricantes, por su parte, consideran que les resultará muy caro adaptar sus vehículos a las exigencias que demandan desde la Comisión Europea. Pero no todos lo ven así, y hablamos en ambos sentidos.
Mientras que la patronal de fabricantes de automóviles europeos (ACEA) considera que la futura Euro 7 costará hasta 10 veces más de lo que se estima en Europa, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) afirma lo contrario y pide a los legisladores europeos unos «límites de contaminación más ambiciosos».
T&E critica la «avaricia» de las marcas de coches
Desde T&E han sido especialmente críticos con los cinco grandes fabricantes europeos de automóviles (Volkswagen Group, Stellantis, Mercedes, BMW y Renault), los cuales están «anteponiendo la codicia empresarial a la salud pública». ¿Por qué?
Según las cifras de los últimos años, estos fabricantes han duplicado sus beneficios anuales desde 2019, aun cuando están vendiendo un 25 por ciento menos de coches. En concreto, T&E revela que estos cinco fabricantes obtuvieron ganancias récord de hasta 64.000 millones de euros en conjunto.
En cambio las marcas vienen presionando porque consideran que los costes para rebajar los límites de contaminación, fruto de la normativa Euro 7, resultarían «demasiado caros». En cambio, T&E no entiende que se esté luchando «contra soluciones de tan solo 150 euros» (cifra estimada por la Comisión Europea).
En el caso concreto del Grupo VW, por ejemplo, adaptarse a la Euro 7 le supondría «apenas el 37 por ciento de sus beneficios de 2022», suponiendo que se buscase una reducción del límite de contaminación tóxica de los NOx de 60 a 30 mg/km y de las partículas peligrosas de 6×1011/km a 1×1011/km.
El reproche va también dirigido a estas marcas por el pago, durante este año, de 19.700 millones de euros en dividendos a sus accionistas y 7.500 millones de euros en recompra de acciones. Además, por los salarios de sus ejecutivos que se han visto disparados «un 50 por ciento de media» desde antes de la pandemia, como ves en el gráfico más abajo.
Cifras que, si bien, resultan respetables que cada fabricante las destine a lo que crea conveniente, según T&E no hacen más que «exponer la falsedad de las afirmaciones de los fabricantes de que no pueden permitirse invertir en mejoras para controlar la contaminación porque desviarían las inversiones de la electrificación».
Más críticas a los fabricantes de automóviles
Como ves, nadie se pone de acuerdo a raíz de la futura Euro 7. Para Transport & Environment, las propuestas de la Comisión Europea son «normas laxas que distan mucho de cumplir las recomendaciones de sus propios expertos y mantienen los mismos límites de emisiones establecidos para los coches de gasolina hace más de una década».
De nuevo poniendo el foco sobre los fabricantes, T&E critica también que se estén «desechando coches más asequibles», como por ejemplo el Fiat Punto. Las marcas estarían buscando una mayor rentabilidad en modelos más concretos, «maximizando sus beneficios vendiendo vehículos de alta gama más caros», mientras que argumentan que la futura Euro 7 hará que los vehículos serán demasiado caros para los conductores de a pie.
Finalmente, desde T&E lanzan un mensaje claro al Parlamento Europeo y a los gobiernos de la UE: piden propuestas más ambiciosas y que «se ajusten, por lo menos, a la propia evaluación de impacto de la Comisión Europea».
«Estas son las últimas normas sobre contaminación procedente del tubo de escape que tendrán que cumplir los fabricantes de automóviles. Es nuestra única oportunidad de reducir las emisiones tóxicas de los 100 millones de coches contaminantes que quedan por vender todavía», afirma Carlos Rico, de la oficina nacional en España de T&E.
Fuente: Transport & EnvironmentFotos: Freepik