Los 9 fallos más comunes en la ITV del coche (y uno en auge)
La Inspección Técnica de Vehículos es cada año más restrictiva a consecuencia de su necesidad de adaptarse a los avances tecnológicos. Pero, aunque algunos de los fallos más comunes están relacionados con estos, muchos otros permanecen como habituales desde hace décadas.
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Publicado: 26/12/2021 17:00
Desde sus inicios en 1987, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) ha evolucionado de la mano de los propios vehículos. Cada vez son más los puntos de control necesarios para garantizar la seguridad y buen mantenimiento del tráfico rodado. De igual modo, la sofisticación de las pruebas también se incrementa con el paso del tiempo.
Y es que pasar la ITV puede ser un trámite complicado si nuestro vehículo no ha sido mantenido adecuadamente, ya que determinados puntos de control son considerados imprescindibles para pasar satisfactoriamente la prueba y que nuestro coche sea autorizado a circular.
Con el ánimo de ayudarte a pasar la prueba sin inconvenientes, te traemos los nueve defectos más habituales que impiden pasar la ITV a la primera a millones de conductores cada año. Como verás, muchos de ellos requieren muy poco tiempo y dinero para ser solucionados.
1. Alumbrado y señalización
En un país en el que se estima que aproximadamente la mitad de los vehículos circula con la ITV caducada, muchos fallos en la inspección vienen dados por defectos en el sistema de alumbrado y señalización.
Hablamos de una bombilla fundida, un piloto roto o una mala calibración de los faros de corto alcance, todos ellos defectos detectados en aproximadamente un 25% de los vehículos que acuden a las estaciones ITV.
La DGT considera fundamental «ver y ser vistos», por lo que este es uno de los puntos en el que mayor énfasis ponen los inspectores. Y, por lo general, darle solución es cuestión de unos pocos euros.
2. Ejes y neumáticos
Siempre lo decimos, pero no por repetido deja de ser importante: los neumáticos son lo único que nos mantiene en contacto con la carretera cuando circulamos.
A pesar de eso, actualmente la mayoría de los conductores se olvida de ellos hasta que llega el momento de pasar la ITV. Elementos como el control de la presión de los neumáticos o la profundidad del dibujo de la banda de rodadura constituyen acciones muy sencillas que debemos realizar de manera periódica por dos cuestiones principales: seguridad y ahorro.
Y es que casi un 18% de los vehículos que acuden a pasar la ITV tienen los neumáticos o los ejes en mal estado, generalmente a consecuencia de un desgaste irregular del dibujo, deformaciones por golpes o falta de presión, bordillazos, etc.
Es igualmente habitual que los ejes no estén correctamente alineados, provocando por ello vibraciones, desgaste irregular o, incluso, frenada y agarre precarios.
3. Exceso de emisiones
Especialmente los motores diésel de vehículos que acostumbran a ser utilizados principalmente por entornos urbanos, son los más propensos a no pasar la ITV por superar el límite de emisiones contaminantes.
Esto se debe a que los motores no alcanzan la temperatura adecuada y el combustible no se quema adecuadamente, generándose y acumulándose carbonilla en el escape que luego hace que las emisiones sean excesivas.
Además, con el paso del tiempo la normativa se hace más estricta, lo que sin duda hace que los vehículos más antiguos tengan dificultades para pasar la prueba.
Algunas de las cosas que podemos hacer para mejorar la combustión son sustituir los filtros cuando lo aconseje el libro de mantenimiento y circular durante un periodo prolongado por carretera con el motor alto de vueltas.
4. Frenos y pastillas
Aproximadamente el 12% de los vehículos que acuden a la ITV fallan la prueba de frenos a consecuencia de unas pastillas desgastadas (en ocasiones incluso dañando el disco), un tambor desequilibrado o el deterioro de los conductos del líquido de frenos.
Lo que es más habitual es que la rueda de un lado frene mejor que su contraria hasta el punto de descompensar el coche, haciéndolo girar hacia un lado al pisar el pedal.
5. Motor y transmisión
Estos dos elementos pueden fallar por múltiples causas, pues no en vano hablamos de los sistemas que más esfuerzo deben soportar. El mantenimiento es vital en el caso del motor y la transmisión, algo que conseguimos respetando escrupulosamente los plazos de sustitución de líquidos y piezas desechables.
Pero también es habitual que fallemos en la ITV a consecuencia de elementos menos conocidos como pueden ser los soportes del motor y la transmisión, así como los silentblocks, que se encargan de minimizar las vibraciones y el movimiento en su unión al chasis.
6. Matrícula
Esta es una de las causas más curiosas y sencillas de evitar, pues cambiar la matrícula nos costará escasamente 15 o 20 euros. Este elemento se lleva muchos golpes y roces, además de sufrir de manera notable las inclemencias meteorológicas durante todo el año.
Por eso es relativamente habitual que acabe deteriorada o rota, o que los números y letras no se lean bien, por lo que nos vemos obligados a sustituirla.
7. Dirección
No falta en este top 9 sobre fallos en la ITV la dirección, encargada de trasladar a las ruedas las órdenes del conductor a través del volante. Este importante elemento puede sufrir holgura, desalinearse o generar vibraciones, lo que puede ocasionar que se nos dé por denegada la inspección. El coste de la reparación dependerá mucho del origen del problema, aunque lo habitual es que baste con realizar una alineación.
8. Cinturones
Este es, posiblemente, el elemento de seguridad pasiva más importante de un vehículo y, por tanto, debe estar en perfecto estado. Defectos como que el sistema de retención (pretensores) no actúe o un anclaje que no sujete la hebilla son relativamente habituales y potencialmente mortales en caso de accidente.
Esto incluye los asientos traseros, en los que todos los sistemas de retención y anclaje deben funcionar a la perfección para poder pasar satisfactoriamente la ITV.
9. Suspensiones
Al igual que los neumáticos, las suspensiones son vitales a la hora de proporcionar un comportamiento y agarre adecuados al vehículo. Sin embargo, suele ser un elemento olvidado a la hora de realizar el mantenimiento, pues muchos usuarios consideran que ni los amortiguadores ni los muelles deben ser cambiados.
Lo cierto es que, con el paso de los kilómetros, la suspensión va siendo cada vez menos efectiva y puede llegar a ser un problema, ya que al perder firmeza acabará permitiendo que el neumático salte en los baches o las curvas, perdiendo contacto con el asfalto y, por tanto, control sobre el coche por parte del conductor.
No es una sustitución barata la de los amortiguadores, pero eso no significa que deba dejarse de lado.
Testigos en el cuadro de mandos
Además de las nueve causas anteriores, existe otra cada vez más habitual, especialmente en los vehículos modernos que cuentan con múltiples sistemas electrónicos.
Hablamos de los testigos de fallo presentes en el cuadro de mandos o los que surgen a raíz de la diagnosis electrónica que ya se realiza en las estaciones de la ITV. En ocasiones el problema viene por el temido testigo de fallo en el motor, que puede deberse a numerosas causas.
También pueden encenderse testigos como el del ABS, el del airbag o muchos otros. Además, no valdrá con encontrar el modo de apagarlo o esconderlo, pues el sistema de diagnosis lo detectará igualmente.
Cuándo pasar la ITV y multas asociadas
Cada tipo de vehículo cuenta con un plazo durante el cual está exento de pasar la ITV una vez que es matriculado. Dichos periodos de tiempo son los siguientes:
- Ciclomotores: 3 años
- Motocicletas, cuadriciclos y quads: 4 años
- Turismos: 4 años: exentos
- Vehículos ligeros (camiones y remolques de hasta 3.500 Kg. o derivados de turismos): 2 años
- Caravanas de MMA mayor a 750 kg: 6 años
- Vehículos agrícolas: 8 años
- Autocaravanas: 4 años
- Vehículos especiales (Obras y servicios que circulen a menos de 25 km/h): 4 años
Como es obvio, circular sin la ITV en vigor conlleva una multa que, en función de las circunstancias, será de mayor o menor gravedad. Consulta todos los pormenores en este artículo.