Falta una semana para 2023 y las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) apenas se han definido
Una de las costumbres nacionales más arraigadas es dejarlo todo para el último momento, como delimitar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en 2023 y dejar claras sus normas para que la población las comprenda y asimile en su vida diaria.
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Publicado: 25/12/2022 22:30
En teoría, el 1 de enero deberían estar establecidas las Zonas de Bajas Emisiones en todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes de España, que son 149 poblaciones. Sin embargo, apenas 20 de ellas han iniciado la presentación de las medidas al público, denuncia la Asociación Nacional Empresarial de Vehículos de Alquiler (ANEVAL).
En otras 129 poblaciones la norma no estará a tiempo, ni la delimitación por zonas, ni las sanciones, ni los vehículos que podrán entrar ni los que no. La parte buena de esta pereza administrativa (o cualquier otro motivo que impida llegar a tiempo) es que la vida seguirá como hasta ahora porque no habrá sanciones ni multas.
Y aunque las medidas estuviesen listas el 1 de enero, es preceptiva una fase de comunicación pública, para dar tiempo a la población a enterarse. Esto significa que puede haber cámaras tirando fotos en las ZBE, pero no podrían enviar multas a los titulares de los vehículos «cazados». En todo caso, podrán recibir una advertencia, nada más.
Este periodista pudo comprobarlo en Madrid a fecha del 11 de abril de 2022, dentro del periodo de información pública de la reformulada Zona de Bajas Emisiones en el interior de la M-30. Madrid tenía la obligación de implantarla tiempo atrás. Entré con toda intención con un vehículo de categoría A, y el 4 de mayo redactaron una carta y me la enviaron a casa.
Era prácticamente como una sanción: me informaron de dónde me habían «cazado», con fecha y hora, la matrícula, y el precepto infringido: Artículo 242.4 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible de Madrid, publicada en el BOCM del 21 de septiembre de 2021. Cualquier norma para sancionar debe haberse publicado antes en el boletín municipal o equivalente. No fui sancionado porque no era 1 de mayo, después sí me habrían mandado una multa.
Ambas cosas ya las sabía. Durante el periodo de información pública estaban puestas las señales, había avisos antes de llegar a la ciudad... todo muy clarito, pero había un tiempo de gracia. Ese mismo tiempo de gracia será efectivo en las ZBE que se vayan implantando -a menos que esté equivocado-.
Por ejemplo, Valladolid sí ha dejado claras sus condiciones. Como norma general, la ZBE pucelana solo dejará circular a vehículos CERO y ECO, pero entre las excepciones se encuentran todos los residentes en dicha ZBE, y da igual qué vehículo tengan. También permitirán el paso de taxis, dueños de plazas de garaje, personas con rentas bajas, etc.
Yéndonos al otro extremo, tenemos a Santander. La ciudad cántabra no espera tener lista la ZBE en un año, y ya avisaron que no tienen intención de implantarla. El consejal de Fomento de la ciudad dijo que no sería posible tenerla a tiempo. Como solo han tenido unos meses para prepararse, algo se les ha debido atragantar.
Y hay que recordar que en julio de 2022 la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ya pidió al Gobierno ampliar los plazos de implantación de las ZBE. No solo se trata de llegar, sino de vil metal: 1.500 millones de euros de Fondos Europeos podrían quedarse sin ejecutar por no cumplir los plazos de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética.
Como ya os comentamos, el Artículo 14 de la norma estatal no se mete en cómo organiza cada ayuntamiento sus ZBE, y eso queda al criterio de cada regidor y su equipo de gobierno municipal. Los alcaldes pueden, si les da la gana, poner unas restricciones muy laxas y que sean de fácil cumplimiento. Hay cierto vacío legal.
Pero este vacío y esta falta de información produce una enorme inquietud en los conductores, que están pendientes de saber si van a tener que cambiar sus hábitos o no, cambiar de vehículo o no, y se pueden provocar grandes distorsiones en el parque automovilístico, que va en línea recta hacia los 14 años de edad media.
No será ni la primera ni la última vez que se imponen desde Moncloa plazos que no se pueden cumplir a tiempo, muestra de la competencia y eficiencia de quienes redactan las leyes (dejo a juicio del lector la ponderación de esos factores). El perjudicado será el de siempre, el ciudadano medio que se vea afectado por estas medidas.