La maldición de Faraday Future se cumple por tercer año consecutivo

De nuevo protagonista de malas noticias.

Lo que ya más que una costumbre parece ser la maldición de Faraday Future se vuelve a cumplir otro año más. Cuanto más nos acercamos a la celebración del Consumer Electronics Show de Las Vegas, el evento tecnológico donde el proyecto realiza todas sus presentaciones, más noticias negativas son protagonizadas por FF.

En esta ocasión nos encontramos, de nuevo, con otra renuncia de uno de sus principales ejecutivos, Richard Kim, el máximo responsable de diseño y uno de los cinco ejecutivos que formaron el grupo inicial en la fundación y los comienzos de FF. Con la marcha de Kim son ya 3 los ejecutivos de alto rango de ese grupo inicial que se han ido de la compañía. Este hecho no tiene parangón en una industria como esta, que no se caracteriza precisamente por ser un entorno relajado o de baja competitividad.

Richard Kim era uno de los más fervientes valedores del proyecto FF. Procedente de BMW, Kim fue uno de los pocos ejecutivos que llegaron a dar la cara en las tristemente célebres presentaciones públicas de FF en el CES y siempre fue uno de los más fieros defensores del proyecto.

Render de la nueva factoría de FF.

Esta noticia llega apenas medio mes después de conocerse la marcha de tres de las personalidades más importantes del órgano ejecutivo de la compañía, Ulrich Kranz, Bill Strickland y Stefan Krause. Si los primeros eran responsables del área de tecnología, Krause era uno de los últimos fichajes estrella del proyecto.

Antiguo ejecutivo del Deutsche Bank y ex-CFO global de BMW, su fichaje hace unos meses supuso todo un espaldarazo de credibilidad y estabilidad a la compañía, ampliamente necesitada de su experiencia para canalizar las apremiantes inversiones exteriores necesarias para poder mantener a flote el proyecto. Su marcha, y sobre todo, la agresiva respuesta de la empresa por ello, fueron todo un bombazo.

Tras su marcha se conocieron más detalles de los supuestos planes de bancarrota que fueron filtrados por la prensa china. Una bancarrota deliberada y controlada con el fin de lograr la supervivencia del proyecto, en el que se contemplaba la aparición a posteriori de la inversión necesaria para continuar el proyecto. Lo que le habría valido a la compañía eliminar cierta cantidad de lastre en forma de deuda con proveedores y demandas judiciales, de las que FF ha acumulado unas cuantas y todavía no se conoce el desenlace.

Prototipo del FF91.

El CES 2018 se celebrará en enero, y tras unos meses de 2017 en aparente calma, en los que incluso hemos asistido (esporádicamente) a alguna buena noticia procedente de la compañía, según nos hemos acercado al final del año han vuelto a aparecer los habituales informes de la compañía.

Un e-mail interno filtrado por la publicación The Verge revelaba recientemente el aparente caos interno que se vive en las instalaciones de la empresa. El e-mail era firmado por Allan Lu, nuevo ejecutivo de operaciones de marketing, el pasado 20 de noviembre y estaba dirigido a varios departamentos de la compañía, en el que se solicitaba a los trabajadores que no se ausentaran de su puesto de trabajo. Al parecer, el propio Yia Jueting se había presentado en las instalaciones para atender a unos posibles inversores y encontró las oficinas vacías, solo había 2 personas.

Desconocemos cuantas personas trabajan en las áreas administrativas y de marketing de la empresa, pero FF aseguró el pasado mes de noviembre que tenían 1.000 personas en nómina, y evidentemente no tienen operarios de fábrica, pues, no están fabricando ningún vehículo. Al menos por el momento.

El mal recibido prototipo inicial.

¿Qué van a presentar en el próximo CES 2018?. Por el momento no se sabe, pero no se espera que presenten ninguna novedad.