Faraday Future despide a parte de su plantilla y recorta los sueldos al resto

El Faraday Future FF91 en su nueva factoría.

El proyecto Faraday Future vuelve a ser protagonista de noticias negativas. Tras el reciente escándalo con su nuevo inversor principal, quien les acusa de pretender quedarse ilícitamente con el dinero ya invertido, ahora la firma establecida en California ha decidido despedir a gran parte de su plantilla, además de recortar el 20 por ciento de los sueldos al resto de empleados.

Esta no es la primera vez que hablamos de empleados que abandonan la compañía, aunque sí que es la primera ocasión que estos (a docenas) no se marchan por su propio pie, lo que fue bastante habitual durante los primeros años del proyecto, sino que han sido despedidos por la marca.

Tras unos meses de aparente calma y como suele ser habitual en la marca, según se acerca el final del año, hemos asistido a la llegada de nuevos titulares negativos protagonizados por el proyecto FF. En los últimos meses, la compañía había generado sus primeras noticias positivas, con el estreno de su recién renovada factoría en Hanford, California, y la fabricación de las primeras unidades empleando la maquinaria y los procedimientos de producción.

El primer FF91 de pre-producción.

Poco después de protagonizar estos titulares todo comenzó a ir cuesta abajo. El primer prototipo de pre-producción se prendió fuego durante una exhibición en un evento privado de la compañía, organizado para sus empleados y familiares. Esto no llegó a trascender porque los responsables legales de la firma hicieron firmar a todos los presentes un contrato de confidencialidad.

Poco después pudimos conocer el que probablemente será uno de los mayores escándalos de este proyecto. Tras anunciar la gigantesca inversión realizada por Evergrande Health Industry Group Limited (2.000 millones de dólares en 3 años) y recibir el primer pago (800 millones de dólares), Jia Yueting presentó una solicitud de arbitraje en Hong Kong con la intención de desvincularse de su inversor, acusándole de no haber cumplido los pagos y plazos acordados.

A pesar de que ambas partes han confirmado que el primer pago acordado ya se ha realizado y que este concuerda con el calendario de pagos anunciado por la propia FF hace meses, 800 millones de dólares en 2017 y 1.200 millones repartidos en dos pagos de 600 millones en 2019 y 2020, respectivamente. El inversor niega las afirmaciones de FF y ya ha anunciado que tomará medidas legales, ya que Yueting nosolo pretende desvincularse de la compañía china sino que pretende no devolver los 800 millones ya invertidos.

El primer FF de pre-producción ya no existe a día de hoy.

Por lo que parece, Yueting pretendía que estos le adelantarán el siguiente pago de 600 millones y al no lograrlo, FF se ha sumido de nuevo en un mar de deudas, pues en las últimas semanas han aparecido numerosos informes de proveedores que siguen a la espera de cobrar sus facturas.

Por lo que podemos dar por hecho que los primeros 800 millones han sido quemados en menos de un año. Por el momento pinta mal para la compañía de Yueting, que ahora verá como nuevos inversores potenciales y los proveedores le cierran sus puertas tras la polémica surgida con Evergrande.

Fuente: The Verge