FCA USA y Cummins demandadas por conspirar para sobrepasar los límites de emisiones
El Grupo FCA y su proveedor de motores diésel para el mercado norteamericano, Cummins, han recibido en el último mes dos demandas que alegan que ambas compañías conspiraron para falsificar las emisiones de los modelos equipados con los motores Cummins de 6.7 litros.
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Publicado: 30/12/2016 11:00
El Grupo FCA y Cummins, el fabricante de motores diésel estadounidense, se enfrentan en los Estados Unidos a una segunda demanda que alega que ambas compañías conspiraron para falsificar las pruebas de emisiones de las Pick-Ups comercializadas bajo las marcas Dodge y Ram con mecánicas diésel.
La demanda es referida a una mecánica concreta, el motor diésel fabricado por Cummins de 6.7 litros y que fue instalado entre los años 2007 y 2013 en estas camionetas. Según la demanda, este bloque contaría con un dispositivo similar al empleado por los motores del Grupo Volkswagen. Estos detectaban que el vehículo se encontraba en un test y activaba un mapa de inyección más benevolente con las emisiones, pero que era desconectado si el vehículo se encontraba en movimiento.
Tanto esta demanda como la anterior son de iniciativa privada y la propia EPA no es participe de las mismas. En esta última se reclama que se cree un programa de compensación similar al que ha tenido que hacer frente Volkswagen con sus motores de 2.0 y 3.0 litros TDI, con compensaciones económicas y recompras de los vehículos afectados.
Por el momento, ninguna de las empresas afectadas ha realizado declaración alguna por esta nueva demanda. Con respecto a la anterior, ambas compañías negaron tajantemente haber cometido ningún tipo de fraude o trampa, añadiendo desde Cummins que todos sus motores diésel cumplen las legislaciones vigentes en materia de emisiones y no cuentan con ningún tipo de dispositivo fraudulento.
En ambos casos, ambas empresas afirmaron que contestarían rápida y vigorosamente la demanda, a la que consideran sin fundamento alguno. Por otro lado, hasta este momento ni la EPA ni el CARB, los máximos organismos relacionados con el Medio Ambiente y la calidad del aire del país, han realizado declaración o acción alguna.
En ninguna de las demandas se explica el modo en el que supuestamente estos motores diésel logran esquivar los debidos tests de homologación, pero afirman que la cifra real de emisiones supera varias veces los límites. Por lo que habrá que esperar la llegada de más información para comprobar que la demanda realmente está basada.