Otro juicio, otra victoria para Ferrari (y sus concesionarios)… y nuevos secretos de Maranello al descubierto

No siempre se gana, y aunque sea la segunda vez que un holandés se enfrenta a otra parte por un Ferrari, empieza a ser habitual que las resoluciones de las demandas sigan cayendo del lado de la marca italiana. Si hace unos meses, el demandado fue un concesionario que prometió un Purosangue y que el fabricante negó, ahora el caso tiene que ver con uno de los modelos más exclusivos.

El pasado año, te contábamos el litigio que el dueño de un 575 Superamerica mantenía con un «amigo», por cierto, por supuestamente prestarse a reparar las consecuencias de un accidente sin tener autorización del fabricante italiano. Un lío del que Ferrari sí tenía conocimiento y así reflejó en sus sistemas informáticos durante 17 años, por lo que el propietario no ha podido deshacerse del superdeportivo en varias ocasiones al mantener este estado, sin conocerlo.

Las demandas contra Ferrari están a la orden del día

Este es el motivo de una demanda que ahora ha acabado conociéndose la sentencia y, una vez más, cayendo la moneda del lado de Ferrari y del concesionario holandés. El demandado ha sido absuelto y no tendrá que pagar los 73.831,48 euros que recibió del propietario en concepto de la reparación y que ahora se le reclamaba en compensación por la pérdida del valor del 575 Superamerica.

Este clásico fue tasado hace poco más de un año en 420.000 euros, una cifra más que justa para el tiempo que acumula, reclamándose tal cifra al concesionario si Ferrari no cambiaba el estado a reparado. Es decir, se trataba de una especie de compra / venta, pero tampoco ha colado. La resolución de la sentencia indica que no se ha producido engaño alguno, por lo que el dueño original se ha visto obligado a satisfacer las costas judiciales, tasas y, por supuesto, su abogado y el de la parte contraria.

Debe abonar casi 6.000 euros por estos conceptos, y el reparador enviarle un informe con toda la información que se trasladó a Ferrari hace 17 años, y las respuestas de los de Maranello. Un caso que nos ha llevado a conocer más secretos del fabricante.

Las sentencias judiciales revelan las intimidades de Ferrari

Por ejemplo, que cuando sus coches ingresan en un servicio autorizado -que no es público, sino que lo utilizan Ferrari y sus concesionarios únicamente para fines internos- estos últimos no tienen la obligación de registrar todas las intervenciones y trabajos de servicio realizados con lujo de detalle, por lo que es voluntario.

O que el código de Ferrari para destacar los coches accidentados es «INC». En el caso juzgado, llegó a aparecer en dos ocasiones y no es posible si de por medio no figura un «REP», que es el código de reparado. Ya sabes un par de detalles más si estás interesado en adquirir una de las joyas de la marca italiana y solicitas un informe. Si aparecen estos códigos, la decisión es tuya, como también si aparece solo el primero pero ya te avisamos que el riesgo será mayor.