Ferrari 250 GTO: El primer vencedor de la saga más legendaria a la venta
Aparece disponible nada menos que el segundo Ferrari 250 GTO fabricado, un ejemplar del modelo más raro, cotizado y buscado por los coleccionistas. No es habitual encontrarlos a la venta, y de lograr los 52.26 millones de euros solicitados por el vendedor, se convertiría automáticamente en el ejemplar más caro de la historia.
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Publicado: 11/11/2016 21:00
El mero hecho de encontrarnos a la venta uno de los escasos ejemplares del Ferrari 250 GTO ya es noticia en si misma, independientemente del valor que llegue o no alcanzar. Aunque la posible venta o subasta de alguno de estos ejemplares, oficialmente solo 39 GTO en total, desata toda una locura acerca de su valor y posible precio, ya que este es considerado el modelo clásico más cotizado de la historia.
Todos y cada uno de los números de bastidor del modelo salidos de la factoría de Maranello en los años sesenta están perfectamente catalogados, por lo que los ejemplares supervivientes están debidamente localizados.
Estos no suelen estar precisamente disponibles, y por las declaraciones de sus propietarios, suelen tener varias ofertas sobre la mesa constantemente. Las transacciones de este modelo suelen ser privadas, por lo que no suelen aparecer a la venta, aunque cada cierto número de años aparece algún ejemplar, como es este caso, convirtiéndose automáticamente en noticia de portada.
Este ejemplar, que aparece en un color azul oscuro, objeto de una restauración hace años que le devolvió sus originales colores de guerra, está a la venta en el especialista británico Talacrest y es el ejemplar perteneciente al coleccionista estadounidense Bernard J. Carl, que lo ha mostrado en público en numerosas ocasiones desde que se hiciera con el en 1997, momento en el que fue repintado al color azul original con el que era vendido en 1962.
Talacrest lo ha ofertado por 45 millones de Libras Esterlinas, unos 56.84 millones de dólares o 52.26 millones de euros. Valores que de confirmarse la venta a ese precio se convertiría automáticamente en el modelo más caro de la historia.
Actualmente, conviven dos cifras que podríamos decir que comparten el récord de deportivo más caro de la historia. Por un lado, el oficial, obtenido precisamente por el Ferrari 250 GTO perteneciente a la Maranello Rosso Collezione, que alcanzó los 38.1 millones de dólares en la subasta de Bonhams en Monterey 2014. Y por otro, el oficioso y no confirmado nunca oficialmente, perteneciente también a otro ejemplar del 250 GTO. Este pertenecía a la colección Pappalardo y fue adquirido en venta privada por un anónimo coleccionista en 2013.
A pesar de que existen declaraciones pero no informes que lo avalen, los alegados 52 millones de dólares que cambiaron de manos en esa transacción, en ese momento unos 42 millones de euros al cambio, continúan siendo más una anécdota que una cifra oficial. Por lo que el 250 GTO #3851GT ex-Maranello Rosso Collezione sigue encabezando la lista de los deportivos más caros del planeta.
¿Se convertirá en el más caro de la historia?
Lo cierto es que cabe tanto la posibilidad de que el 250 GTO azul de las imágenes no se llegue a vender en las instalaciones del especialista británico, ni a ese precio ni a ningún otro, puesto que recibirán unas cuantas ofertas seguramente a la baja, como que finalmente sea vendido y que no sepamos realmente el precio final.
En cualquiera de los casos, interesados habrá y no es de extrañar, puesto que además de su propia naturaleza, el 250 GTO #3387GT dispone de un historial magnífico.
Salía de las instalaciones de Maranello en 1962 como el segundo bastidor de los 250 GTO, el anterior, el 3233GT era fabricado en 1961 y empleado para los primeros tests ese mismo año y como vehículo de presentación en febrero de 1962. Al igual que este último, el 3387GT era empleado por Ferrari para pruebas en Monza, con Lorenzo Bandini al volante, y luego embarcado rumbo al concesionario de Luigi Chinetti en Estados Unidos.
Primer bastidor Ferrari GTO en competición
El 250 GTO azul de las imágenes fue el primero en ser entregado, llegó en marzo de 1962 a costas americanas y también el primero en estrenarse en competición, el 24 de marzo de marzo debutó la enseña 250 GTO por primera vez en una carrera, en las 12 Horas de Sebring, donde además logró la primera victoria del modelo, primero de su clase y segundo de la general, con Phil Hill y Olivier Gendebien al volante.
Y todo esto sucedía en su primer mes oficial de vida, en marzo de 1962.
Tras esto, Chinetti envió de nuevo el GTO a Maranello para someterlo a las modificaciones necesarias para correr ese año en Le Mans, donde entró bajo los colores de NART y quedaba sexto de la general y tercero de su clase, con Bob Grossman, su nuevo propietario y George “Fireball” Roberts, Jr.
Entre 1962 y 1965 esta unidad corrió regularmente en múltiples eventos, logrando no pocos podios y alguna victoria de clase, tanto con Grossman como con Mike Gammino III, su siguiente propietario, que lo mantuvo en su poder hasta 1968. Desde ese momento y hasta 1997, el GTO azul tuvoi hasta 6 propietarios distintos, volviendo a ser reparado en alguna ocasión e incluso repintado de rojo, que fue como lo adquirió en septiembre de 1997 Bernard J. Carl, su actual propietario.
Este lo había adquirido a Ron Finger Jr., que lo había mantenido en su colección casi 20 años, el mismo tiempo que ha tardado su dueño actual en ponerlo a la venta.
En 1997 el 250 GTO fue repintado a su configuración actual, Blu Genziana o azul metálico NART con una sola franja central de color blanco. La elección de este color no es casual, ya que es la decoración que exhibió durante sus primeros años, por lo que escogerla fue todo un acierto por parte del coleccionista, ya que coincide con las numerosas fotos de época existentes.
A pesar del tiempo transcurrido y de haber sido un vehículo largamente usado, tanto en sus primeros años de competición como en las décadas posteriores como cotizado clásico, este GTO conserva todos su órganos mecánicos originales, tanto el V12 de 3.0 litros y 300 CV alimentado por carburadores como la transmisión son los originales, con sus correspondientes números de serie.
Su estado es el que le corresponde a una pieza de museo, que es donde ha estado reposando regularmente estos últimos años.
Fuente: TalacrestFotos: Talacrest