El Ferrari 275 GTB Speciale 'one-off' personal de Battista Pininfarina
Esta pieza única, uno de los ejemplares más raros del Ferrari 275 GTB, será subastada por Gooding & Company el próximo fin de semana en Scottsdale. Uno de los dos prototipos iniciales carrozados por Pininfarina, fue el vehículo particular del mismísimo Battista 'Pinin' Farina.
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Publicado: 18/01/2018 08:00
El próximo fin de semana saldrá a subasta en Scottsdale una verdadera pieza única, el Ferrari 275 GTB Speciale de uso personal del mismísimo Battista ‘Pinin’ Farina, el fundador de Carrozzeria Pininfarina. Dotado de numerosas modificaciones con respecto al resto de ejemplares de producción regular del modelo, este ejemplar fue empleado por el genial carrocero como vehículo de uso diario hasta su fallecimiento.
Este fue uno de los dos prototipos de pre-producción carrozados por Pininfarina del modelo en 1965, en lugar de hacerlo Sergio Scaglietti en sus talleres de Modena, como era habitual. El primero de ellos portó el número de bastidor 06003 y sirvió de prototipo inicial pero el segundo, de chasis 06437, fue empleado como modelo de exhibición, el ejemplar que podemos ver ahora en estas fotografías.
Por lo no solo fue expuesto en diversos salones internacionales sino que cuenta con notables diferencias con respecto al modelo de producción, algunas de ellas adelantadas décadas a su tiempo e indicadas por el propio Battista ‘Pinin’ Farina.
Aunque a simple vista lo único que puede parecer extraño en este ejemplar es el rarísimo color Acqua Verde Metallizzato, una opción perteneciente al catálogo de Alfa Romeo de la época, lo cierto es que si nos fijamos con atención podemos encontrar múltiples diferencias con respecto al resto de unidades del modelo.
Su diseño básico es el mismo de la variante short-nose, la desvelada inicialmente, del 275 GTB, pero todos sus elementos y detalles de diseño son únicos. Incluso la propia estructura es diferente, ya que este no fue carrozado por Scaglietti, como toda la producción del modelo, sino por Pininfarina.
Desde los paragolpes hasta la parrilla, pasando por las ópticas o los intermitentes laterales son nuevos, con formas totalmente diferentes a los que empleó después Ferrari en los 275 GTB short-nose. Los motivos de estos cambios no se debían a una propuesta fallida de diseño, sino al propio deseo expreso de Pininfarina, que trató de carrozar el vehículo de la manera más bella posible. Por ello, los paragolpes son ligeramente más pequeños, los faros son ligeramente diferentes en cuanto a tamaño y los intermitentes son más prominentes y esculpidos, por citar unos pocos ejemplos.
Aunque también hubo detalles nuevos completamente únicos, que nunca estuvieron presentes en el resto de ejemplares, como la ventanilla del conductor, fabricada de una sola pieza sin la pequeña ventana triangular, ya que Pininfarina pensaba que esa ventanilla estropeaba la pureza de líneas del modelo. Curiosamente, este elemento solo está presente en el lado izquierdo, el del conductor. En la derecha encontramos al venta dividida habitual, con su correspondiente cristal triangular y el marco cromado.
Otro detalle único, pero en esta ocasión adelantado décadas a su tiempo fue un difusor trasero. En las fotos traseras podemos ver tres elementos verticales del mismo color de la carrocería bajo el paragolpes cromado, a modo de quillas. Un elemento muy habitual actualmente pero que en 1965 era toda una primicia. No sabemos precisar cuál fue el primer modelo de la historia que contó con este elemento aerodinámico, pero este ejemplar es desde luego de los más antiguos que tengamos constancia.
En el interior nos encontramos con el mismo esquema. A simple vista es el habitáculo de un Ferrari 275 GTB más, pero está plagado de pequeños detalles que lo diferencian claramente del resto. Equipado con nuevos y más confortables asientos de piel, cuenta con elevalunas eléctricos y dos nuevos relojes Heuer Rally-Master en la consola central. Los materiales empleados en los revestimientos son de mayor calidad y ofrecen mayor empaque al Gran Turismo italiano, y representan la mejor firma que Pininfarina pudo dejar a esta unidad.
Poco después del fallecimiento de Battista ‘Pinin’ Farina en 1966 el 275 GTB Speciale fue vendido y desde entonces ha pasado por muchas manos. Primero estuvo unos años en Italia pero en 1970 fue llevado a los Estados Unidos, donde pasó de nuevo por varias manos. Más tarde pasó a Inglaterra y su propietario actual lo está subastando en el evento de Gooding & Company de Scottsdale, Arizona, que tendrá lugar este mismo fin de semana.
Su estado es magnífico y como no podía ser de otra manera, su extraña naturaleza le confieren un altísimo valor. Gooding & Company estima un precio entre los 8 y los 10 millones de dólares, por lo que se acercaría a los ejemplares más caros del modelo, las rarísimas versiones GTB/C Speciale de competición y los NART Spyder, ambas versiones con producciones que no excedieron de los 10 ejemplares.
Fotos: Gooding & Company