El Ferrari 750 Monza de Alfonso de Portago sigue ganando 67 años después

Entre los pocos eventos de clásicos que han tenido lugar en los últimos meses podemos destacar la celebración de la edición 2020 del ‘The Peninsula Classics’. Certamen organizado por los propietarios de la cadena de hoteles del mismo nombre y que tiene lugar desde 2015. Aunque debido a la crisis sanitaria esta última edición ha sido celebrada de una manera bastante inusual, sin público y guardando la debida distancia de seguridad, además de haber sido cancelada la ceremonia de entrega de premios. Por ello no ha sido hasta ahora que ha sido revelado el ganador del evento.

El jurado, compuesto por personalidades como el genial ingeniero Gordon Murray, Anne Asensio (Vicepresidenta de Experiencia de Diseño de Dassault Systèmes) y los coleccionistas Laurence Graff y Jay Leno, han señalado como el mejor del concurso al espléndido Ferrari 750 Monza que protagoniza estas imágenes y que además de su magnífico estado cuenta con un historial deportivo de lo más destacable.

Este no es uno de los 33 chasis fabricados de esta particular serie de la firma italiana, sino que nació originalmente como uno de los solo tres ejemplares producidos del Ferrari 735 Sport Spyder en 1953, un año antes del propio debut del 750 Monza. La principal diferencia entre ambos es la cilindrada de sus motores, algo menor en el caso del 735 Sport. En 1954 este chasis recibió el nuevo motor de 3.0 litros, de ahí que sea considerado otro 750 Monza más, a pesar de que su número de bastidor se corresponde realmente con el modelo anterior.

Historial

Estos modelos son muy valorados por los coleccionistas aunque nunca han gozado de la atención mediática que sus hermanos de 12 cilindros de la misma época. Por lo que son menos conocidos que las distintas variantes de competición de la saga Ferrari 250, como es el caso del 250 TR o el propio 250 GTO.

Aunque el nombre los modelos de la marca italiana son tomados de su cilindrada unitaria, es decir, la cilindrada de cada uno de los cilindros, no debemos dejarnos engañar por el nombre de la serie 750, ya que realmente no cuenta con motores de mayor tamaño que las series 250 o 330. La explicación es muy sencilla, puesto que estos últimos cuentan con motores V12 de 3.0 y 4.0 litros y la serie 750 con motores de 4 cilindros. Esto se debía a necesidades de homologación en el Campeonato del Mundo de Constructores, el lejano antecesor del WEC.

Esta unidad fue estrenada por el piloto Alberto Ascari en los 1.000 Km de Monza, donde sufrió un accidente. Fue recarrozado por Scaglietti en 1953 y volvió a competir con pilotos como Umberto Maglioli, Roberto Manzon, Giuseppe Farina y Froilan Gonzales en diversas pruebas europeas durante 1954, aunque a finales de ese año pasó a manos de Alfonso Cabeza de Vaca y Leighton, el Marqués de Portago, quien lo estrenó en su estreno como piloto en la Carrera Panamericana, ya que había participado en la edición anterior como copiloto de Luigi Chinetti. Aquí empezó la carrera del español como uno de los pilotos privados preferidos de Enzo Ferrari y posteriormente uno de los oficiales de la Scuderia.

Esta unidad ha recibido numerosas modificaciones a lo largo de los años y hoy muestra una configuración de lo más atractiva e inesperada para un modelo de este tipo, con la carrocería en color negro y adornada con el antiguo emblema de los pegasos de la petrolera Mobil, la configuración empleada por el español en la Panamericana de 1954.

Como clásico, este Ferrari 750 Monza ha sido ganador en varios certámenes de anteriores, incluyendo galardones tan importantes el precio Best of Show en la edición 2020 del Palm Beach Cavallino Classic. Aunque también ha sido protagonistas de excepción en eventos como los Concour's de Elegance de Amelia Island.

Finalistas

Los otros 3 finalistas de este concurso eran modelos a su altura, piezas tana raras y destacadas como el Porsche 917 KH Coupé de 1969, el Alfa Romeo 8C 2300 Monza Spider de 1931 y el Duesenberg Model J Town de 1929, todos ellos con estados impecables y numerosos premios de certámenes clásicos a sus espaldas.