Las 5 condiciones que Ferrari exige para comprar sus modelos, y que te causarán un problema si incumples solo una
El curioso caso del Ferrari Purosangue vendido a un cliente holandés y que acabó en un conflicto a tres bandas entre el comprador, el concesionario y la marca se saldó a favor de ésta última. Ahora se conocen los argumentos de la marca de Maranello para que los clientes puedan acceder a uno de los preciados modelos de su gama.
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Publicado: 18/03/2023 14:00
Cuando todas las quinielas apuntaban a una sentencia a favor del cliente holandés tras la demanda impuesta por este al haber reservado un Ferrari Purosangue que la marca italiana se negó a vender a un concesionario especializado del país de los molinos y los tulipanes para este cliente, la demanda interpuesta por el propio comprador se le dio la vuelta, dando la razón al fabricante y, por ende, al concesionario.
Para la gran mayoría fue una verdadera sorpresa, porque estos casos suelen resolverse de cara al comprador y no hacia la marca, que puso toda su artillería para salir airosa, pues el Ferrari Purosangue solamente se ha vendido a una serie de clientes que los de Maranello denominan VIP y TOP. Ahora, se han sabido cuáles son las cinco condiciones que rigen en la famosa regla de oro «La voluntad de Ferrari es ley» acabando con el sueño del holandés con este exclusivo SUV. Un aviso para todos aquellos, que por mucho dinero que tengan en sus bolsillos, Ferrari no cumplirá de ninguna manera sus sueños.
La exclusividad de Ferrari tiene un precio, y no lo que se paga
Estas reglas recuerdan a los propietarios lo que firman al acceder a un modelo de la gama, y a lo que están obligados a cumplir por contrato. El del Purosangue ha sido el último caso pero ha habido más en la reciente historia de la marca, como el del DJ canadiense Deadmau5 con un 458 Italia, y que fue llamado al orden por la marca italiana. A este le pareció gracioso adornar un lateral con un emoji llamado «Nyan Cat», un gato maullando con un estela del arcoiris por su cola, molestando enormemente a Ferrari.
1. Los Ferrari no se pueden vestir de otro color
Marcas exclusivas ofrecen colores especiales para satisfacer a los propietarios, más llamativos o más extravagantes, pero Ferrari no da esa opción. Los colores de cada modelo son diseñados a propósito y aprobados por el fabricante si le caen como un traje perfecto, por lo que no se admiten cambios de color, ni a través de envolturas de vinilo. Herbert Appleroth, un x-director de la marca en Australia y Asia, ha recordado que el color rosa está prohibido tajantemente en la marca.
2. Tener un Ferrari en propiedad al menos un año
Te puedes desencantar y sacar más dinero por un modelo determinado en el mercado de ocasión, pero una condición clave es mantener un Ferrari durante un año en propiedad. Si lo haces antes de tiempo, recibirás una misiva amenazante con acciones legales, además de la prohibición expresa de poder volver a comprar un Ferrari nuevo.
3. Ferrari tiene prioridad
Esta norma es curiosa, pues si tiene prioridad, debería ser la primera de las cinco. En toco caso, no se refiere a que tenga una exclusividad especial sobre otros modelos de otras marcas que tengas en el garaje -que también, en el caso del Purosangue, ya debes de tener otro o haber sido propietario anteriormente- sino que si deseas venderlo después de un año, la marca tiene prioridad, por lo que estás obligado a acudir a un distribuidor oficial para saber dónde y en manos de quién terminará.
4. Nada de autopromoción y menos las fotos vulgares
A todo el mundo le gusta presumir de coche nuevo y publicarlo en redes sociales, más si se trata de un modelo tan exclusivo como un Ferrari, por lo que la firma prohíbe la autopromoción. Algo que no perdona como tampoco las fotografías vulgares, obscenas o cualquier índole que la marca italiana considere que mancha su imagen. Está prohibido publicar imágenes en las que uno de sus modelos sea gancho para otros productos de gran categoría, llámese ropa, zapatería o vinos...
5. El Cavallino Rampante es sagrado
El emblema de Ferrari es sagrado y no admiten sacrilegios de ningún tipo, recordando mucho más que no se pueden sustituir por otros del agrado del propietario. Los que se encuentran en la carrocería deben brillar por sí mismos.
Si tienes intención de no cumplir esta regla, directamente te invitan a que elijas a otra de las grandes marcas que existen en el mercado de lujo y que compiten con Ferrari, que son mucho más permisivas o simplemente les da igual lo que realmente hagas con el vehículo. Porque, en Ferrari, si también estrellas tu coche en una carretera convencional -porque te has distraído o no has cumplido con las limitaciones de tráfico de la vía- también estás sentenciado, no volverás a tener un Ferrari nunca más.