Un Ferrari F40 es pasto de las llamas tras ser restaurado por completo
Un ejemplar del raro y valioso Ferrari F40 es pasto de las llamas precisamente cuando estaba siendo probado, tras salir de una completa restauración. El ejemplar, como se puede ver en las imágenes no solo ha quedado inservible, sino que más probablemente no pueda recuperar su estado original jamás.
Aparecidas en la red, estas imágenes tomadas en un desgüace de Gran Bretaña nos muestran el estado final en el que quedaba un Ferrari F40 tras la que debía ser su primera prueba de conducción, después de haber sido objeto de una restauración completa. Por motivos que se desconocen por el momento, el icónico Ferrari fue pasto de las llamas al completo, afectando a la práctica totalidad del vehículo.
Por lo poco que sabemos, el suceso se produjo recientemente y ha sido revelado por la página de Facebook de Supercar Advocates, una empresa británica dedicada a la restauración de deportivos clásicos.
A pesar de la falta de detalles, un rápido vistazo a las imágenes nos revela ciertas pistas de lo que pudo haber sucedido. Por lo que se aprecia, salvo el capó delantero, faltan todos los paneles de la carrocería, incluidos techo, pilares y puertas. Dejando al desnudo el bastidor tubular del F40, una imagen raramente vista. Esto nos permite comprobar como el fuego se extendió en todas direcciones, y dado que la zona menos afectada es el frontal, parece que fue en la trasera donde se iniciaron las llamas.
Como se aprecia en el capó delantero o la posición de los escapes y soportes del capó trasero, parece no haber sufrido ningún tipo de accidente, por lo que el fuego en teoría no fue obra de un golpe. Podemos sobreentender que nadie lo quemó conscientemente, así que suponemos que el incidente fue espontáneo y comenzó en la zona trasera.
La causa más probable puede ser algún conducto de combustible defectuoso o antiguo, que haya provocado un derrame de gasolina, con las lógicas y más que evidentes consecuencias. Aunque tampoco podemos descartar otras posibles causas, como los frágiles depósitos de combustible que monta el F40 y que deben ser sustituidos cada cierto número de años, independientemente del uso que le demos al vehículo.
Esta no es la primera vez en los últimos tiempos que vemos a un superdeportivo de colección arder precisamente poco después de salir de una reparación. En 2013, un Lamborghini Miura SV se convertía en una bola de fuego en una calle de Londres, inmediatamente después de haber salido de una revisión en el taller. El propietario del Miura, el multimillonario y coleccionista John Hunt, demandaba poco después al taller londinense, H. R. Owen por nada menos que 1.1 millones de dólares.