Un Ferrari F50 robado hace 18 años se convierte en el centro de una batalla judicial
Las autoridades estadounidenses han confiscado un Ferrari F50 en la frontera con Canadá que había sido robado en Italia hace 18 años. Ahora, la fiscalía de Nueva York no sabe a quién pertenece realmente el vehículo, si al propietario al que se le fue sustraído en 2003 o al que lo acababa de comprar de manera online por 1.43 millones de dólares.
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Publicado: 19/03/2021 15:00
La justicia no parece regirse por las mismas normas en todos los países occidentales e incluso derechos tan básicos como la propiedad individual son abordados de muy distinta manera en cada nación y este caso es el mejor ejemplo de ello.
En diciembre de 2019, un camión que transportaba un Ferrari F50 fue detenido mientras pretendía atravesar la frontera de Canadá con Estados Unidos. Las autoridades aduaneras descubrieron que el número de serie del deportivo italiano había sido alterado y parcialmente oculto, por lo que decidieron retenerlo para recabar más información. Lo que fue todo un acierto, pues el vehículo fue identificado más tarde como un ejemplar que había sido robado en Italia en 2003 y que llevaba casi 20 años desaparecido.
Esta unidad había sido comprada de manera online por Mohammed Alsaloussi, millonario de Miami propietario de la conocida Ikonick Collection. Este lo había adquirido como cualquiera de muchos otros vehículos exóticos y clásicos que componen su extensa colección particular y afirma desconocer el historial completo de propiedad del modelo. Simplemente lo compró por 1.43 millones de dólares a un vendedor canadiense y el vehículo iba de camino a Miami cuando fue interceptado por las autoridades de aduanas en la frontera con Canadá.
Ahora, la fiscalía de Nueva York es quien se ha hecho cargo del vehículo pero tiene un enorme problema y es que no sabe a ciencia cierta a quién le corresponde la propiedad del vehículo, pues se la están disputando su más reciente comprador y el propietario original al que le fue sustraído en Italia en 2003, Paolo Provenzi.
Este último no recibió compensación alguna por parte de su aseguradora en su momento y por lo tanto es el último propietario legal del vehículo. Esa premisa estaría bastante clara en Europa y por tanto no habría polémica, pues todas las ventas posteriores a la sustracción del vehículo serían consideradas nulas, sin valor legal, pues se trata de un bien robado que pertenece a un tercero. Por lo que incluso podrían ser consideradas un delito si alguno de los compradores o vendedores tiene relación o constancia del robo del vehículo. Pero al parecer en Estados Unidos no lo tienen tan claro, pues están teniendo en cuenta los derechos del último comprador sobre el vehículo.
Por ahora, el ejemplar del Ferrari F50 se encuentra en perfecto estado y a buen recaudo en manos de las autoridades estadounidenses. No cuenta con desperfectos ni parece haber sufrido accidentes y muestra un kilometraje bastante bajo, de solo 17.000 kilómetros. Aunque es todo un misterio dónde ha estado durante los 16 años que estuvo desaparecido.
Fuente: WIBV vía Autoevolution