Ferrari siempre marca la diferencia, asegura de por vida sus superdeportivos PHEV como ninguna otra marca

Dos años de garantía es lo que ofrecen una gran mayoría de marcas para sus coches nuevos, y no se bajan del carro a pesar de que la tecnología embarcada en sus sistemas de propulsión cada vez es más sofisticada. Si quieres un extra de tiempo, lo tienes que pagar, aunque las baterías de los híbridos enchufables y eléctricos suelen estar garantizadas por más tiempo. Pero, si se puede reparar, los fabricantes prefieren esta opción a sustituirla por completo.

Ferrari, sinónimo de lujo y de atención al cliente como pocas marcas más, ofrece un año más de lo normal, un total de tres años por lo que después del período toca pasar por caja a menos que se trate de un fallo de producción. La marca ha lanzado un par de nuevos programas de protección para los dos únicos PHEV con los que cuenta en su gama de productos.

La garantía en los PHEV de Ferrari es un ejemplo para otras marcas

Los de Maranello son conscientes de que el ciclo de vida de sus modelos es muy corto y que los ejemplares vendidos seguirán funcionando durante mucho tiempo, por lo que es indispensable que los propietarios sepan que las baterías seguirán ofreciendo un rendimiento pleno. Desde el pasado 1 de julio, los clientes disponen de los nuevos programas «Warranty Extension Hybrid» y «Power Hybrid» que, aunque son opcionales, es válido también para las unidades que ya no disfrutan de garantía.

Normal, cuando se trata de un opcional con un precio extra, además de ofrecer renovaciones por períodos de dos a cuatro años. Pero lo más interesante es el hecho de que la marca italiana no sólo regala una batería, sino dos, dependiendo de la extensión que haga el cliente. Esto significa que todas las las versiones del SF90 o del 296 están protegidas prácticamente de por vida, porque el fabricante sustituirá la batería hasta en dos ocasiones.

Ninguna marca cambia la batería de un PHEV porque sí y dos veces

La primera lo hará al octavo año desde su fabricación, y la segunda en el el año 16, de manera que siempre contará con el mismo rendimiento que la original montada en fábrica, y nada de baterías reparadas, sino completamente nueva. Sustituir dos baterías no es barato para ninguna marca, y mucho menos para Ferrari, que no ha desvelado cuánto cuesta cada garantía, pero que tiene que ser mucho. En cualquier caso, quien se puede permitir un Ferrari, seguramente no tenga problema para proteger su ojito derecho cueste lo que cueste.