Ferrari se mantiene fiel a los V12 atmosféricos (y lo seguirá haciendo)
No todos los fabricantes se han comprometido al 100% a hacer coches eléctricos. Ferrari está llevando la contraria a muchos, dada su posición de fabricante de coches de lujo u obras de arte con ruedas. Mantendrán el desarrollo de motores V12 por tiempo indefinido.
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Publicado: 26/03/2023 19:00
Mientras la era del motor V12toca a su fin por múltiples razones, unos pocos fabricantes se resisten a dejarlos ir sin más evoluciones técnicas. Uno de esos fabricantes es Ferrari, que es conocido por mantenerse fiel a sus ideas -dentro de un margen razonable- y que no está cediendo a la presión a la que se somete la industria del automóvil.
Su último gran lanzamiento, el Ferrari Purosangue, tiene en su vano motor un 6.5 V12 de 725 CV. Tiene bastante mérito considerando que es un motor de admisión natural y que no tiene un sistema híbrido. Su potencia específica es de 111 CV por litro. Como buen motor de giro rápido, entrega los 725 CV a 7.750 RPM.
Hace seis años, el desaparecido Sergio Machionne (il capo de Fiat Chrysler Automobiles y Ferrari) dijo aquello de «No habrá Ferrari V12 sobrealimentados», aunque se abría a la posibilidad de combinar los 12 cilindros con motores eléctricos en un sistema híbrido. El Ferrari Purosangue es 100% combustión interna y no hay planes para los V12 hibridados.
En primer lugar, resulta difícil lo de casar motores de giro rápido con sobrealimentación, por lo que un V12 turbado tendrías unas características mecánicas bien distintas: menor relación de compresión, menor régimen alto, más complejidad y empaquetado difícil, etc. Por otro lado, la hibridación también presenta sus propios inconvenientes con motores como este.
Ferrari se va a mantener fiel al motor V12 todo el tiempo que pueda, tal y como podemos leer en Automotive News. No hay fecha para retirarlos del mercado ni para dar importantes saltos evolutivos. Eso sí, una versión más moderna romperá la barrera de los 800 CV, concretamente 830 CV, que si sigue ligado a 6,5 litros hablaríamos de 127 CV por litro sin turbos.
Han abandonado la carrera tecnológica BMW y Rolls-Royce, Aston Martin los mantiene, Mercedes-Benz Cars ya solo ofrece motor V12 en su gama Mercedes-Maybach, y el Grupo Volkswagen los dejará ya solo para Lamborghini y con sistemas híbridos. Dado que el Purosangue será el modelo más vendido de Ferrari (y hasta 2024 está todo vendido), el peso específico de los V12 en las ventas va a elevarse.
La clientela de Ferrari es indolente respecto al consumo de gasolina, el mantenimiento preventivo («carísimo» se queda corto para describirlo) o los impuestos asociados. Es una clientela a la que le da igual pagar el doble o el triple, pero quiere un Ferrari y que sea algo realmente diferente a todo el mundo.
En cierto modo, Ferrari parece ser un trol en la industria del automóvil. Si gobiernos como el italiano han apretado las tuercas en Bruselas para que se acepten los combustibles sintéticos, es por fabricantes como Ferrari. Aunque no puedan vender sus coches en la Unión Europea, hay muchos ricos a lo largo y ancho del mundo que los van a desear en otros países.
Ferrari no hace coches, sino obras de arte que se pueden conducir
Por otra parte, Ferrari es un fabricante de bajo volumen. Los pocos coches que vende, los vende con un margen muy elevado. En el caso de los coches con motor V12, la exclusividad va implícita, y por lo tanto los elevados márgenes. No sabemos cuándo hará Ferrari el último V12, pero podemos tener clara una cosa: será espectacular y una obra de arte con ruedas.
Es comprensible que, desde cierto punto de vista, el planteamiento de Ferrari sea egoista, irresponsable e incluso medioambientalmente insostenible. Sin embargo, hay que recordar que hablamos de muy pocos coches, que rara vez se van a un desguace con más de 300.000 km, y que su impacto medioambiental medible es ¿insignificante?
En un mundo en el que cada vez se vendem más coches eléctricos y que las emisiones de los nuevos modelos son cada vez menores, el planeta Tierra no notará en absoluto que la producción anual de Ferrari sea 100% eléctrica o 100% térmica, aunque la gasolina 100% fósil -en Europa, como máximo es 95% fósil-.
Es más, podemos llegar a la paradoja de que los Ferrari son coches ecológicos. A menos que estén brutalmente dañados por una colisión o catástrofes medioambientales o terrorismo, suele merecer la pena arreglarlos, por lo que se cumple una de las tres «R» de la sostenibilidad: reutilizar. Pocas veces veremos un Ferrari convertiduo en residuo.