El Ferrari Purosangue se convierte en un millonario problema para un concesionario de Holanda
El universo Ferrari es tan exclusivo como especial. El nuevo Purosangue ha llevado a la marca a un nuevo nivel de ventas, con prácticamente toda su producción vendida hasta mediados de la década, pero con una línea roja que le puede causar un gran problema con un cliente de Holanda.
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Publicado: 07/11/2022 09:00
Ferrari mide la exclusividad de sus modelos de una forma muy diferente al resto de fabricantes de lujo. Marcas de la categoría de Bentley, Porsche o Mercedes -incluida Maybach- venden sus modelos más exquisitos a aquellos clientes que tengan dinero para pagarlos, los italianos tienen líneas rojas que no supera por mucho dinero que el cliente disponga en sus holgados bolsillos.
Una línea que ahora se le puede volver en contra con el nuevo Ferrari Purosangue como protagonista. La marca de Maranello decidió trazar una línea roja especial, dando prioridad a los clientes considerados «VIP», aquellos que ya cuentan con otros modelos de la marca en sus garajes, según la información de un medio holandés. Una vez satisfechos estos, los siguientes son los «TOP». Ambas categorías completarán la producción de 15.000 unidades que se ha estimado, a razón de 3.000 anuales durante los cinco años que estará en fabricación.
El Ferrari Purosangue no es para todos los millonarios
Pero a la firma le ha salido un problema en Holanda, porque un adinerado cliente empresario del sector avícola de los Países Bajos decidió acudir en 2020 al concesionario «Ferrari Munsterhuis Sports Cars» maravillado por los bocetos y por las características anunciadas del nuevo Purosangue. Firmó un contrato de reserva con un depósito de 20.000 Euros, cantidad considerable pero muy lejos de los 407.000 Euros que cuesta el modelo base en este mercado.
No se habló entonces de personalización alguna, pero el concesionario no tuvo problema en realizar el contrato de reserva, asegurando que la séptima unidad destinada al país de los tulipanes acabaría en su garaje, de las 22 que tiene previsto entregar hasta 2027. El problema se presentó el pasado mes de septiembre, cuando se abrieron los pedidos del Ferrari Purosangue, y la firma italiana transmitió a este concesionario que cancelaban el pedido por no cumplir con los requisitos de compra: ni es un cliente VIP ni TOP, por lo que no puede acceder a un Purosangue.
Ferrari decide, la línea roja que puede romperse por sentencia judicial
Marcel Wulms, como se llama este desatendido propietario, no acepta la decisión de la marca italiana y mucho menos el principio -«La voluntad de Ferrari es ley»- del que hacen gala, por lo que ha puesto la demanda correspondiente al concesionario, que le ha llegado a ofrecer hasta 80.000 Euros por retirar el pedido, cuatro veces el depósito inicial- y a la que se ha negado en rotundo. Si bien no existe un contrato de compra en firme, porque se lo negó el distribuidor, el caso ya está en manos de un juez holandés que ha escuchado a las partes y fallará en poco tiempo.
El exclusivo minorista se enfrenta a una multa diaria de 5.000 Euros, con un máximo de 250.000, por cada día que el cliente no disponga de la unidad prometida. Una patata muy caliente que llegará directamente a Ferrari, y que puede acabar con esa norma de decidir quién puede acceder a un modelo de su gama y quién no.