El Ferrari Purosangue, protagonista de un millonario litigio en Holanda, ya tiene sentencia
Con una mano delante y otra detrás. Así ha terminado el magnate avícola holandés que demandó a un concesionario de los países Bajos especializado en Ferrari, tras acordar la entrega de un Purosangue y cancelar su pedido. Una demanda para la historia, y que reafirma que la voluntad del Cavallino Rampante es ley.
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Publicado: 09/01/2023 19:00
No habrá excepción con el empresario avícola holandés que demandó el pasado otoño demandó al concesionario «Ferrari Munsterhuis Sports Cars» por incumplimiento de contrato en la compra de una unidad del primer SUV deportivo del Cavallino Rampante. Marcel Wulms ha perdido la compensación por cejar en su empeño de adquirir una unidad del Ferrari Purosangue, y también ha sumado una condena.
El condenado firmó un precontrato de compra con el mencionado concesionario holandés dos años y medio antes de la presentación del Purosangue, asegurándose la séptima unidad. Sin embargo, el pasado septiembre cuando el concesionario tramitó el pedido a Maranello, y estos avisaron que el cliente no cumplía con las exigencias para disponer de un modelo que primero está a disposición de clientes TOP y VIP, y después para otros clientes.
El Ferrari Purosangue, objeto de un litigio por capricho
La noticia fue recibida por Wulms con verdadera furia, pues entendía que el concesionario se había comprometido con él, depósito de 20.000 Euros a tocateja incluido, e incumplía el acuerdo de compra. Lo cierto es que los demandados no tienen participación alguna en una decisión en la que solo Ferrari tiene la última palabra, por lo que el distribuidor acabó en los tribunales. Después de una búsqueda minuciosa, hemos encontrado la sentencia promulgada por el Tribunal de Overijssel apenas unos días después.
Un juicio rápido contra el que no cabe recurso, y que el juez ha resuelto a favor de Munsterhuis y en contra del demandado, que ha sido condenado. La sentencia pone de manifiesto que, a pesar de haberse celebrado un acuerdo de compra, no existe acuerdo explícito sobre el vehículo, ya que no se especificó color, opciones, precio total o fecha de entrega. De hecho, en el espacio dedicado a esta cuestión, solamente se señaló «nº7», un concepto da lugar amúltiples interpretaciones, y que no se significa que los demandados estén obligados a la entrega del SUV deportivo.
«nº7», la ¿séptima fabricada o la séptima de las 22 unidades asignadas al concesionario?
El demandante es condenado y Ferrari, y el concesionario, indemnes
El juez ha hecho hincapié en el incumplimiento de la determinabilidad suficiente del acuerdo inicial, pues entonces no se disponían de los detalles del modelo. También, desestima la imposición de medidas cautelares, ya que Ferrari no ha indicado que la producción del Purosangue sea descontinuada a corto plazo o que solo se produzca una cantidad fija de unidades. De hecho, ha confirmado que la producción de los VIP y TOP se ha completado, y que posteriormente volverá a las cadenas de montaje para el resto de clientes.
Marcel Wulms ha perdido la batalla contra el concesionario holandés, los 80.000 Euros de compensación y ha sido condenado al pago de las costas judiciales, por lo que tendrá que pagar poco más de 1.692 Euros. Y Ferrari se ha salido con la suya, no venderá el Purosangue a ningún cliente que no cumpla con sus requisitos, y presumiendo de que su voluntad es una ley que verdaderamente se cumple.