Mansory convierte al Ferrari Roma en un muy agresivo deportivo

El Ferrari Roma se estrenó en otoño de 2019 poniendo patas arriba el estilo de diseño de la marca de Maranello. El deportivo inauguró una filosofía novedosa con unas líneas más modernas en todos los ámbitos, pero sin romper con las cualidades intrínsecas a la firma, refinamiento y agresividad a partes iguales, sumando el toque más vanguardista. Un diseño que, en su conjunto, los preparadores especialistas en tuning no están retocando más de lo necesario.

La misma línea que los alemanes de Mansory han decidido seguir, sin estridencias pero llamando la atención lo suficiente como para que los clientes que se sienten faltos de un importante extra de deportividad requieran de sus servicios. Para ellos, los germanos, auténticos dominadores de la fibra de carbono, han presentado un paquete para el Roma que dota de una agresividad extraordinaria al deportivo italiano. Visto por delante, el paragolpes es de nueva factura contando con unas nuevas tomas de aire más profundas, con el suelo y paredes interiores de carbono y con un ensanchamiento en los extremos que se han disimulado con unas aletas negras.

Extra de fibra de carbono de Mansory en el Ferrari Roma

Este extra es necesario para conectar con los nuevos faldones laterales, extendiéndose hasta la zaga donde la defensa presenta la mayor cantidad de fibra de carbono. El difusor aerodinámico destaca por las marcadas canalizaciones, con una tercera luz de freno cuadrada en el centro al más puro estilo F1. Por supuesto, hasta los embellecedores de los cuatro escapes son del material ligero, como las carcasas de los espejos retrovisores, el spoiler posterior o la pieza integrada en el capó delantero. Un panel que, a petición del cliente, puede ser entero de este exclusivo material.

Por dentro, el Ferrari Roma mantiene el habitáculo de lujo, pero desde los umbrales de las puertas ya se vive una nueva atmósfera mucho más refinada. Las piezas de carbono presentan el mismo acabado con efecto marmoleado que en el exterior, si bien el aro del volante presenta la terminación habitual del carbono. Mansory ofrece hasta sus emblemas propios para recordar que no es un Ferrari convencional, sino mucho más exquisito, combinando elegantemente con el revestimiento integral de cuero rojo.

El preparador alemán no ha querido dejar pasar la oportunidad de ofrecer también algunos retoques en los apartados de la dinámica de conducción y en el del motor. Un juego de muelles y amortiguadores que reducen la altura de la carrocería al suelo en 25 milímetros son esenciales para el extra de las prestaciones. poderoso motor italiano. La brutalidad del motor V8 de 3.9 litros equipado con dos turbocompresores que ofrece una potencia máxima de 620 CV y un par motor máximo de 760 Nm queda muy por debajo de los ajustes realizados, de los que no han dado cuenta, pero sí de sus cifras: 710 CV y 865 Nm, con los que la aceleración de cero a 100 km/h se reduce en tres décimas hasta los 3,1 segundos y la velocidad máxima llega a los 332 km/h.