Coches RarunosFerves Ranger, el primo todoterreno del Fiat 500
El Ferves Ranger presentado en 1966 puede presumir de ser el todoterreno más pequeño del mundo. Basado en el Fiat 500, este microcoche disfrutaba de tracción total y un curioso sistema de bloqueo de las ruedas traseras que le convertían en una curiosa elección para circular fuera del asfalto ya sea por ocio o por trabajo.
La semana pasada en Coches Rarunos nos adentramos en el mundo de los microcoches conociendo la fascinante historia de la marca Fuldamobil. En esta ocasión vamos a seguir con la misma temática pero avanzando una década en el tiempo y desplazándonos hasta Italia para conocer el todoterreno más pequeño del mundo. Y quizá también el más adorable.
El nacimiento de este vehículo comienza con la creación de la marca Ferves. Este nombre es un acrónimo de FERrari VEicoli Speciali y a pesar de lo que puedas leer en muchos lugares no tiene nada que ver con la archifamosa Ferrari asentada en Maranello. Debe su denominación al apellido de su fundador, el ingeniero Carlo Ferrari.
Ferves estableció su sede en Turín, muy cerca de la enorme factoría Lingotto de Fiat. Probablemente esta circunstancia no fue casual ya que buena parte de los fabricantes italianos de microcoches pusieron sus ojos en el Fiat Nuova 500 para tomarlo como base. Al fin y al cabo el pequeño Cinquino era el coche con más carisma del momento, un buen espejo en el que mirarse.
Carlo Ferrari no fue diferente y también escogió al popular 500 para su proyecto. Su intención era transformar el urbanita de Fiat en un todoterreno muy pequeño y sencillo pero que pudiera meterse por terrenos difíciles gracias a su tamaño y ligereza. Así, en el Salón del Automóvil de Turín de 1966 se presentó el Ferves Ranger.
El Ranger contaba con el mismo motor y transmisión del Fiat 500. La carrocería abierta contaba con un rústico techo de tela plegable y puertas de apertura suicida que podían ser fácilmente desmontadas -las últimas unidades tenían una apertura normal- y un parabrisas abatible al estilo de un Jeep clásico. Su estilo era sencillamente encantador, daban ganas de abrazarlo y comérselo a besos.
La longitud de la carrocería era de 2,63 metros ¡el Ranger era 34 centímetros más corto que el diminuto 500! Con estas dimensiones no era de extrañar que las ruedas parecieran enormes a pesar de contar con un diámetro de 10 pulgadas. El pequeño todoterreno de Ferves era todo un Monster Truck a escala liliputiense.
A pesar de su reducido tamaño daba cabida en su espartano habitáculo a cuatro pasajeros. El Ferves Ranger también se ofrecía en una versión denominada Cargo que era una especie de pick-up con una única fila de asientos para dos ocupantes y una zona de carga posterior que admitía un peso de hasta 300 kg.
La modesta mecánica de dos cilindros refrigerada por aire con 499 centímetros cúbicos estaba situada en la parte trasera y arrojaba 18 CV de potencia máxima. La velocidad máxima se situaba en torno a los 80 km/h. Puede parecer poco pero lo cierto es que pilotar este minúsculo vehículo a esa velocidad exigía una cierta valentía.
Su aspecto casi cómico enmascaraba sus capacidades fuera del asfalto. La caja de cambios manual de cuatro velocidades del Fiat 500 tenía unas relaciones de cambio más cortas y la suspensión independiente en las cuatro ruedas procedía del Fiat 600. De éste también tomaba los frenos de tambor que actuaban en ambos ejes.
El propulsor bicilíndrico del Ranger transmitía su fuerza a las ruedas traseras aunque no tardó en llegar una versión con cuatro ruedas motrices. Esta variante 4x4 tenía una longitud mayor, creciendo hasta los 2,83 metros, y mostraba una inusitada eficacia sobre todo tipo de superficies.
La idea de Carlo Ferrari era ofrecerlo al ejército como un vehículo que pudiera adentrarse por terrenos de difícil acceso, donde los vehículos militares tradicionales no pudieran pasar por ser demasiado grandes o pesados. La idea no cuajó en este sector pero el Ranger fue bien aceptado como automóvil para tareas rurales.
No era el coche más cómodo del mundo pero comparado con un vehículo agrícola el confort era más que suficiente y además era muy sencillo de conducir -y de arreglar-. Cargado, el pequeño motor del Ranger no le deja ir muy rápido, apenas a la velocidad del paso humano, pero llegaba a cualquier parte.
Una de las grandes virtudes del microscópico todoterreno de Ferrari Veicoli Speciali era su sorprendente eficacia fuera del asfalto. Su ligereza -apenas 500 kg- le permitía circular por zonas repletas de barro sin hundirse y su radio de giro le consentía moverse por espacios muy pequeños donde ningún otro automóvil podría revolverse.
De hecho su diámetro de giro entre bordillos era de sólo 6,6 metros. Para hacernos una idea, este espacio es menor que el de cualquier coche de los que actualmente están en el mercado. De entre todos los automóviles que se comercializan en el presente el que tiene un radio de giro más pequeño es el smart fortwo con 6,95 metros.
Además contaba con un curioso sistema de bloqueo del diferencial trasero que se accionaba de forma manual. Si una de las ruedas traseras patinaba bastaba con tirar de una de las dos palancas que había junto al cambio de marcha para frenarla y hacer que todo el par llegara a la rueda que sí tenía tracción.
De esta sencilla manera podía salir de muchas situaciones complicadas sin apenas esfuerzo. Y además el simpático Ranger aprovechaba esta ventaja para mostrar una inusitada habilidad: bloqueando una de las ruedas y acelerando podía girar sobre su propio eje ¡tal y como lo haría un tanque!
El Ferves Ranger saltó a la gran pantalla como medio de transporte utilizado por los protagonistas de algunas películas italianas como "Il seme dell'uomo" (1969) dirigida por Marco Ferreri, "Lisa dagli occhi blu" (1969) de Bruno Corbucci o "Con quale amore, con quanto amore" (1970) de Pasquale Festa Campanile.
El Ranger estuvo en el mercado hasta 1971, fecha en la que la compañía Ferves echó el cierre. Sumando todas las versiones se comercializaron aproximadamente unas 600 unidades de las que se calcula que hoy en día aún sobreviven unas 50. Es, por tanto, una auténtica y encantadora rareza.
Imágenes: Fiat500.ch, Bonhams, Sotheby's, Collectioncar, Garage-litte