FIA y ACO ceden ante Alpine y los LMP1 siguen en el WEC en 2022

La era hypercar del WEC ha comenzado de forma 'tibia', pese a la proyección brillante que tiene la nueva categoría reina del Mundial de Resistencia. Toyota Gazoo Racing ha sido el único fabricante en competir desde el inicio de esta nueva era con un prototipo LMH, mientras que Glickenhaus ha hecho una temporada guadianesca, apareciendo y desapareciendo según sus 'intereses'. Aunque es cierto que Peugeot desembarca en el campeonato en 2022, hasta el momento el otro actor de esta nueva etapa de la resistencia ha sido Alpine, incluso si la firma francesa ha competido con un LMP1 'repintado' tras comprar el prototipo a Rebellion.

Sea como fuere, los LMP1 seguirán teniendo espacio en el WEC en 2022. El acuerdo alcanzado entre FIA y ACO, ratificado además en la última reunión del Consejo Mundial del Motor, fija la exención que permitirá que los LMP1 no híbridos compitan al menos un año más en la categoría reina del Mundial de Resistencia. Una circunstancia que abre la puerta a que Alpine siga implicado en el campeonato a corto plazo mientras desarrolla su LMDh, pero también a que formaciones como DragonSpeed puedan recuperar sus 'viejos' LMP1, ya sea para competir en las 24 Horas de Le Mans o incluso en la temporada completa.

Sobre el papel, esta decisión permite que el Alpine A480-Gibson siga en parrilla, incluso si la propia marca francesa no ha confirmado de manera rotunda su continuidad en el campeonato bajo esta fórmula. Bien es cierto que Signatech y Alpine quieren estirar su programa al máximo mientras trabajan en el prototipo LMDh que utilizarán a partir de 2024, pero Alpine tendrá que ver si compensa seguir en la clase reina del WEC con un prototipo obsoleto una vez que el número de coches bajo normativa LMH se multiplica por dos con la participación de las dos unidades del nuevo Peugeot 9X8.

Fotos: Alpine Endurance Team