El FIAT 500 Torino llega en otoño y ya tiene dos problemas, uno es el Grande Panda y otro un precio de Premium
El icónico FIAT 500 abandonó el mercado, prácticamente sin cambios desde que Luca de Meo, el pasado verano. Una ausencia que se está haciendo notar pero que ya se sabe cuándo llegará su sucesor. Un 500 Torino Ibrida que tiene un importante reto, condicionado por un detalle que los italianos están obligados a flexibilizar.
2025 es el gran año de FIAT, y el que la marca turinesa ha esperado desde hace mucho tiempo, a la sombra del renacimiento de Lancia y de la potenciación de una Alfa Romeo. Así se planificó en el seno de una Stellantis, que hoy no tiene a Carlos Tavares y que, estaba más que claro, tenía sus preferencias y prioridades.
FIAT aguarda el lanzamiento del nuevo Grande Panda en todos los países europeos, una estrategia que está llevando con cuentagotas y que lo único que está haciendo es alargar la comercialización de uno de los modelos más esperados que sólo pueden hacer bien al la marca del Lingotto. Porque, hay una realidad incontestable, el hueco dejado por el 500 es un vacío que pesa demasiado y que el Pandina no puede llenar por sí solo.
El canibalismo está a punto de llegar al primer segmento de FIAT
A pesar de que el Pandina es hoy el modelo más barato de la marca italiana, es también un parche, dadas las circunstancias, al que le pesan los años. La competencia más moderna lo borra de un plumazo, pero a FIAT hoy le interesa mantenerlo en la cartera. En el futuro, no, será un lastre muy peligroso.
Sin embargo, y aunque algunas fuentes apuntan que seguirá en la oferta hasta 2030, los italianos se equivocan y lastrarán el buen rendimiento comercial que el nuevo Panda está en condiciones de ofrecer con su diseño retro y su precio contenido.
Si los astros se juntan, el nuevo Panda estará a la venta en España antes de marzo, abriendo sus libros de pedidos inmediatamente porque, en noviembre llega el nuevo FIAT 500 Torino. El icónico urbano italiano recogerá el testigo del defenestrado 500 eléctrico, haciéndose con su diseño más moderno para conquistar a los interesados, aunque con un «fleco» que los italianos tienen que solucionar.
Los precios del 500 Ibrida son un problema como los del Grande Panda
Claramente, se trata de su precio. La firma se ha visto obligada a reacondicionar la plataforma del 500 eléctrico para volver a alojar un motor de combustión y un sistema híbrido en el vano delantero, vaciada previamente, y esto ha conllevado un coste extra que, lógicamente se revierte en los precios de venta. Pero no sólo eso, el Grande Panda también es un rival en su propia casa, y ambos juegan la baza del diseño retro.
El 500 Eléctrico más económico sale por 29.000 euros, por lo que los italianos deberían rebajar esta cifra hasta los 20.000 euros -en el híbrido más barato- para ser competitivo, manteniendo una diferencia, a igualdad mecánica con el nuevo Panda, de unos 3.000 euros. El efecto caníbal está asegurado, y el 500 Ibrida solamente tendrá éxito entre los que adoran el estilo de este cautivador italiano.