Fisker sigue los pasos de Tesla y las polémicas, el Ocean engaña a los clientes al esconder una función que sólo se puede activar 500 veces

Por regla general, los fabricantes prueban sus nuevos modelos con todas las funciones de control disponibles a bordo. Antes de lanzar el Porsche Taycan al mercado, la marca alemana se aseguró de que los clientes pudiesen experimentar lo que se siente al alcanzar la velocidad máxima en varias ocasiones. La exitosa berlina de la firma está configurada para ofrecer su velocidad punta hasta dieciséis veces consecutivas para no perder toda la energía contenida en su batería.

Un acelerar y frenar continuo pero con un límite, apuntando que tras sobrepasarlo ya no se garantiza que se llegue al máximo nivel, por lo que Porsche nunca ha capado esta función, mucho menos de por vida, como sí lo ha hecho Henrik Fisker a bordo del nuevo Ocean. Los modelos más deportivos del mercado, y especialmente los eléctricos, cuentan con una función «boost» en la que todo el potencial sale a relucir por un tiempo muy concreto, mayoritariamente unos segundos, y así comprobar de primera mano, lo que son unas sensaciones brutales.

El Fisker Ocean es un SUV eléctrico de prestaciones «capadas»

Pero la marca californiana ha bloqueado el uso de esta función durante toda la vida del vehículo. Cuando el propietario la activa por primera vez, se conecta un contador que descuenta las que se está usando el modo boost que está limitado a 500 veces. Un detalle no menor que debería de haber comunicado a los clientes, pero que ha ocultado porque, según Fisker, «el Ocean ofrece una potencia muy respetable y más que suficiente y es algo que los clientes y propietarios rara vez utilizan, por lo que no es necesario someter el vehículo a un desgaste adicional».

Ni siquiera se contempla la seguridad como una de las claves para capar el overboost, sino que todo gira en torno a una cuestión que no se ha comprobado durante el ciclo de pruebas del vehículo: se desconoce lo que pasaría si se usase más veces este sistema. Fuentes de la firma han apuntado que se trata de un «límite prudente», añadiendo que «Probablemente, el sistema de propulsión soportaría un mayor uso del modo boost, pero aún no hemos probado el ciclo de durabilidad completo con más de 500 activaciones».

El valor del Fisker Ocean prevalece sobre la seguridad

Para evitar problemas con la garantía del tren de propulsión, Fisker ha optado por esta decisión tan controvertida, algo que no hacen los principales rivales a los que se dirige el Fisker Ocean, que suelen limitar electrónicamente la velocidad punta y ofrecen la opción del desbloqueo con un extra que no daña la mecánica. El californiano está obligado a buscar una solución a este hecho descubierto o advertirlo a sus compradores, apuntándose también a que Fisker podría evitar que se reduzca el precio del modelo si cuenta con un amplio historial de activaciones del «boost».