El calvario del Fisker Ocean suma un nuevo capítulo, una estafa multimillonaria por un fallo ¿insalvable?
Henrik Fisker no sólo está arruinado y ha llevado al colapso total a la marca de coches eléctricos que lleva su apellido, que se ha metido en otro lío más. Deshacerse de los ejemplares del Ocean ha sido un problema hasta la llegada de un inversor que decidió quedarse con más de 3.000 coches, de los que sólo ha recibido un tercio por un problema de software.
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Publicado: 19/10/2024 18:00
Una de las soluciones más habituales para las marcas que se encuentran en proceso de liquidación es vender el stock de modelos del que disponen con un significativo descuento que llame la atención de los clientes. Es lo que trató de hacer la marca californiana para tratar de salvar la segunda empresa, y el gran sueño, de Henrik Fisker, pero sin lograr el éxito esperado.
Los graves problemas que sufren los propietarios del Ocean era todo un aviso hacia posibles interesados para no caer en un pozo sin fondo, a la búsqueda de reparaciones imposibles y con un continuo desembolso de dinero sin ver una luz al final de un túnel cada vez más largo. Con Fisker cerrada y liquidando todos activos para borrar del mapa las grandes deudas que acumula, el californiano soñador se ha encontrado con otro problema que empeora su situación.
Fisker se deshace de 3.000 Ocean por una cifra millonaria...
Hasta el pasado verano, Fisker contaba con unos 3.300 ejemplares del Ocean, encontrando a un inversor dispuesto a quedarse con todo el plantel de este coche eléctrico y por el que ha llegado a desembolsar la nada despreciable cifra de 42,5 millones de euros. Para lo que quería los coches es un misterio, quizás pensaba en encontrar una solución a los fallos del software y ponerlos a la venta o hacer alguna operación con terceros países más en desarrollo.
Sin embargo, American Lease -el comprador- ahora se siente estafado por Fisker al haber abonado un grueso tan grande como 39 millones de euros y recibir tan sólo un tercio del total de unidades. Los otros dos tercios aún se encuentran en poder de la marca californiana y de los que la empresa ha trasladado la imposibilidad de entregar los vehículos por un problema más en el software.
... pero no puede entregarlos. La conectividad es ahora otro problema
La cuestión, según Fisker, es que «por cuestiones técnicas los vehículos no pueden ser migrados desde su servidor, al que que están vinculados actualmente, a otro de distinta propiedad», sea el de American Lease o controlado por esta. Fisker ha sido denunciada por esta empresa de leasing, aduciendo que no se le comunicó en ningún momento esta información crítica. Una situación extremadamente grave, primero por el enorme desembolso realizado, y segundo porque no se sabe si los vehículos podrán ser transferidos o no.