El flujo de combustible igualará los LMP1 en el WEC

El WEC se ha enfrentado a una auténtica revolución para dibujar un periodo de transición que de vida a la clase LMP1. La categoría reina del certamen se ha tenido que reinventar y así ha quedado patente con los cambios en el reglamento técnico que se han aprobado en el Consejo Mundial del Motor celebrado en la ciudad de París. Durante esta reunión, la Comisión de Resistencia de la FIA ha pautado las claves para la unificación de los LMP1 en una sola categoría en la que de una vez por todas convivan prototipos híbridos y no híbridos bajo un 'balance of performance' para ajustar su rendimiento.

Entre las medidas que se incluyen en el nuevo Reglamento Técnico del WEC para 2018 y 2019 se pauta a partir de 2018 la incorporación de los LMP1 no híbridos en una misma clasificación con los LMP1-H, siempre bajo el reglamento técnico específico actual. Para igualar las prestaciones de los LMP1 híbridos y de los prototipos no híbridos se recurrirá a un sistema de 'balance of performance' a través del control del flujo de combustible instantáneo y el consumo de combustible por vuelta de los coches no híbridos. A cambio, los coches híbridos tendrán una ventaja en el rango de combustible (una vuelta extra en Le Mans).

De la misma forma, se aplicará un coeficiente tecnológico entre los motores de aspiración natural y los propulsores turbo para que los prototipos LMP1 no híbridos puedan equipar distintas opciones de motores con un mínimo de competitividad asegurada, tal y como se hace entre los distintos motores que utilizan los fabricantes de LMGTE-Pro. Por último y ya a partir de 2019, se prohíben los 'modificadores de fluidos y energía' llevados a la aerodinámica general del coche. Con este última medida se busca evitar una carrera aerodinámica costosa que derive en la creación de kits aerodinámicos demasiado complejos para las pretensiones actuales del certamen.

Fotos: Toyota Gazoo Racing