Ford se ahorrará millones de dólares al eliminar un asistente de conducción que rara vez has usado

Las marcas saben cuáles asistentes de conducción se utilizan o no. Las encuestas internas que llevan a cabo entre los clientes de todo el mundo preguntando por las tecnologías embarcadas a bordo de sus coches o las que les gustaría tener son clave para los fabricantes. Gadgets diseñados para hacer más fácil la conducción pero que, en el fondo, son mucho más engorrosos y acaban por quedarse en el olvido. Incluso, habrá quienes no hayan utilizado algunos.

La marca del óvalo azul ha podido comprobar que el asistente de aparcamiento automatizado es uno de los prescindibles. El sistema ha evolucionado a lo largo del tiempo, desde su lanzamiento a bordo de la tercera generación del Focus. Uno de los grandes argumentos de compra, capaz de encontrar el sitio para estacionar al compacto que, por cierto, había crecido desmesuradamente, y que a golpe de botón iniciaba la maniobra de aparcamiento en línea hasta dejarlo «clavado».

El aparcamiento asistido es uno de los asistentes menos usados

Hoy, este sistema no solo aparca en paralelo, también en batería y saca el vehículo si el espacio es estrecho. Pero Ford se ha dado cuenta de que el «Active Park Assist» no es utilizado por los propietarios. A decir verdad, quien lo haya probado, se habrá dado cuenta de que es muy lento, y capaz de generar un importante atasco por detrás, por lo que la marca ha decidido retirarlo.

Lo que para muy pocos es una herramienta práctica, para una gran mayoría es todo un engorro. Kumar Galhotra ha confirmado que las funciones de aparcamiento autónomo serán desconectadas, lo que supondrá un importante ahorro para las arcas. Unos 10 millones de dólares al año, pero que puede alcanzar hasta los 2.000 millones de dólares si se suprimen por completo los costes de producción, transporte, proveedores y componentes, lo que no es poco.

Ford prefiere ahorrar que imponer equipamientos a los clientes

El director de operaciones de Ford ha explicado que «Los datos de los vehículos conectados son muy importantes porque nos ayudan a ver lo que ofrecemos, ya sea que los clientes lo estén usando o no», añadiendo un ejemplo: «La función de estacionamiento automático que permite al cliente estacionar en paralelo automáticamente. Muy, muy pocas personas la están usando, así que podemos eliminar esa característica. Cuesta alrededor de $60 por vehículo».

La decisión de Ford es muy significativa, pues deja en manos de los propietarios la determinación de elegir qué equipamientos quieren, pero con un problema: no montar los sistemas implica que no se pueda activar a demanda a través de las actualizaciones inalámbricas. Por lo pronto, la marca no considera esta opción, al menos, hasta que los coches autónomos no sean una realidad auténtica.