Las nuevas pruebas del nuevo B-SUV de Ford desvelan parte de su interior

Ford continúa con el desarrollo del nuevo representante en la categoría de los crossovers del segmento B

El nuevo crossover del segmento B que Ford está preparando vuelve a dejarse ver en pruebas, aunque en una fase muy temprana de ensayos y con una gran cantidad de camuflaje vistiendo la carrocería, en la que todavía faltan algunos componentes, a pesar de que se trata del modelo de producción.

Al modelo que ocupará el hueco dejado hace poco tiempo por el B-MAX y, que hará las veces de alternativa más económica que el EcoSport, todavía le resta un largo año de desarrollo por delante, como poco, para poder llegar al mercado. Vista la carrocería, echamos de menos los faros delanteros, ocupados por los provisionales que los fabricantes suelen poner en las primeras fases de pruebas.

Pero, entre otros detalles, las fotos espía muestran una gran parrilla del radiador que baja hasta el borde del paragolpes inferior; de lado, la curvatura de la superficie acristalada y de la línea del techo con una caída suave hacia la parte posterior y el spoiler al final del techo, como extensión del panel, dan un aspecto más sugerente.

Por primera vez, nos acercamos al interior del nuevo SUV del segmento B de Ford, con un interior diferenciado del Fiesta

Solo las luces en la zaga dan un aspecto más terminado al conjunto, con el mismo diseño horizontal del nuevo Fiesta, modelo del que toma la base técnica. Las nuevas fotos espía que nos han llegado también nos dan una vista del salpicadero, por ahora casi en pañales, pero dejando ver algunos cambios comparado con el montado en el utilitario.

Por ejemplo, la forma que agrupa al cuadro de instrumentos y la consola central es diferente, con una moldura de color negro brillante que se hace más extensiva y sin la curvatura descendente hacia la pantalla del sistema de información y entretenimiento que da la sensación de encontrarse empotrada en en el salpicadero, aunque con más detalle echamos de menos un cuadro de instrumentos digital, apreciando relojes analógicos.

Todavía sin nombre comercial asignado, el SUV basado en el Ford Fiesta ofrecerá un espacio interior generoso en línea con el Fiesta Active, pero desmarcándose de este con una mayor altura de la carrocería al suelo y con la posibilidad de que gane alguna versión equipada con tracción total, aún no siendo lo normal en la categoría de los B-SUV. La gama comprenderá versiones mecánicas de gasolina y diésel, de tres y cuatro cilindros con 1.0 y 1.5 litros.

El prototipo del nuevo B-SUV basado en el Ford Fiesta ya cuenta con las luces traseras de producción

Fotos: CarPix